Ya es común decir que del resultado de las elecciones del próximo año depende el futuro del Partido Revolucionario Institucional y por extensión del Partido de la Revolución Democrática, porque Acción Nacional se cuece aparte y tiene más presencia en el ámbito estatal que los otros dos partidos juntos.
Ya sea que vayan solo o como parte de la coalición “Va por el Estado de México” con PAN y PRD, si los priistas pierden la elección estarán echándole las últimas paladas de tierra a su organización partidista que quedará sólo como un partido testimonial, que podría resurgir más adelante dependiendo de las circunstancias nacionales y estatales, porque está visto que la luna de miel entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y el pueblo bueno va para largo tiempo, por más yerros que se cometan desde el gobierno federal, desde los estatales o municipales.
Es claro que si va sólo a las elecciones por la gubernatura al PRI le costará mucho trabajo ganar porque los últimos resultados nos dicen que el voto duro no le da para tanto.
Si eso llega a suceder el mensaje es claro: competirán para perder y entregar la plaza al partido que en este momento es mayoritario en el país.
Es cierto que de los tres partidos que integraron la coalición “va por el Estado de México”, en 2021, el PRI es el más fuerte y eso debe otorgarle cierta preeminencia a la hora de elegir candidato o candidata a la gubernatura, si es que llega a consolidarse tal alianza, porque una cosa es que los líderes nacionales la hayan anunciado y otra es que en la entidad se den las condiciones para que funcione.
En las elecciones locales del año pasado esa coalición logró dos millones 862 mil votos, de los cuales un millón 621 mil fueron para el tricolor, 845 mil para los panistas y 240 mil para los perredistas.
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En cambio, la coalición “Juntos haremos historia en el Estado de México” consiguió el voto de dos millones 498 mil ciudadanos; de ellos, dos millones 598 mil fueron para el Movimiento de Regeneración Nacional.
Ese mismo año hubo elecciones federales, donde los mexiquenses sufragaron para elegir a 45 diputados al Congreso de la Unión.
Los números son muy parecidos, porque PAN, PRI y PRD obtuvo dos millones 862 mil votos; de ellos un millón 743 mil fueron para el PRI; mientras que Morena y sus aliados alcanzaron a convencer a dos millones 802 mil ciudadanos, de los cuales dos millones 342 mil fueron para el partido del presidente AMLO.
Si los resultados fueran similares, habría casi un empate técnico entre las dos coaliciones; pero ahí queda muy claro que si PAN, PRI y PRD van cada uno por su cuenta no ganarán absolutamente nada.
Por eso es importante que estos partidos opositores a Morena, si es que quieren ganar las elecciones, vayan juntos y sigan señalando en el discurso que podrían ir solos.
Morena ya demostró que aún sin coalición puede ganar las elecciones, pero es evidente que querrá dar un golpe de autoridad y ganar sin que quede ninguna duda, para ello se allegará de los favores del Partido del Trabajo y de Nueva Alianza.
En 2023, ¿le darán respiración artificial al PRI o será su tumba?
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