El sueño de Armando Uri Cepeda García por ser sobrecargo, se vio truncado, dado que acusa que se le negó un espacio al ser portador de VIH, situación por la que interpuso una queja por discriminación laboral.
Desde entonces inició una pugna legal contra la aerolínea por ser víctima de discriminación, de la cual no ha logrado la reparación del daño; ahora recurrió a la Comisión de Derechos Humanos (CNDH) para que su caso sea visibilizado.
Mexiquense interpone queja por discriminación laboral
El joven residente de la colonia Fuentes de Aragón, en Ecatepec, explicó que después de egresar con mención honorífica de la escuela de aviación Asteca, en el año 2017 concursó por una vacante de sobrecargo en Volaris.
Aunque pasó satisfactoriamente los cinco filtros que contempló el proceso de selección, antes de firmar contrato fue sometido a una prueba de sangre; después de ello, simplemente le avisaron que el puesto no sería para él.
“El problema vino cuando me hacen el estudio de sangre, de una manera muy tajante soy rechazado y me dicen que no me quedo, pero nunca me dan alguna explicación. Inconforme, yo interpongo una queja ante el Conapred (Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación) de la Ciudad de México, porque algo en mi cabecita me decía que era por mi condición de salud”, señaló.
Derivado de esa primera queja es como Armando y el Conapred, se enteran que la aerolínea, avalándose de un contrato entre laboratorio y Médica Sur, solicitaba las pruebas de VIH, de infecciones de transmisión sexual y de embarazo, pero sin el consentimiento de los involucrados.
Añadió que el primero de octubre del 2019, el organismo falló a su favor, donde lanzó una recomendación directa a la aerolínea para que modificara sus protocolos de contratación, respecto a que las pruebas no se realizarían sin un consentimiento firmado y con huella dactilar por el interesado.
“A la par yo interpongo una denuncia de daño moral ante un Tribunal y dentro de la demanda de daño moral, entre otras cosas que se persiguen, pues es una reparación del daño justa y una disculpa pública por los hechos de los cuales yo fui objeto”, dijo.
No obstante, a la fecha, ambas empresas se han amparado y alargado el proceso, lo que motivó a Armando Uri a recurrir a la CNDH, pues considera que en todo este tiempo no ha podido acceder a sus derechos básicos de vida.
Considera que en todo este tiempo no ha podido acceder a sus derechos
Lamentó que no ha podido encontrar un trabajo en ningún sector, porque a cada lugar a donde va le cierran las puertas.
Actualmente ofrece servicio de mensajería para transportar comida, lo que le permite subsanar sus necesidades básicas, mas no ejercer la profesión de sus sueños.
“Lo que yo pretendo es que nadie más vuelva a pasar por lo que yo pasé, que a nadie más le vuelvan a cortar sus sueños porque el volar para mí era un proyecto de vida”.
Me preparé con mucho esfuerzo, yo no vengo de una familia de recursos económicos, vengo de una familia muy humilde.
“La carrera de sobrecargo es muy cara, el juicio ha sido muy caro para mí, y conforme ha ido avanzando yo he tenido que vender mis cosas”, expuso.
Reiteró que a la fecha se continúan violado sus derechos, pese a que existe una resolución que comprueba que hubo discriminación.
“Ya tengo bastantes recursos legales ganados en contra de ellos y sigo sin recibir justicia, sigue sin repararse el daño y sigo sin tener acceso a mis derechos aún cuando ya hay una autoridad que dijo que sí hubo discriminación”, apuntó.
En su momento, Volaris compartió un comunicado sobre este caso.
“En relación con el proceso legal del señor Armando Uri Cepeda García, Volaris no está en posibilidad de compartir detalles dado que dicho asunto se encuentra en curso“.
“Sin embargo, rechazamos categóricamente lo expuesto por el señor Cepeda, pues las razones por las cuales no se concretó su contratación radican en otras muy distintas a las que él asegura”, indicó.
SPM
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