¿Estancamiento o retroceso democrático del Edomex?

La Fundación Konrad Adenauer, el INE y otras instituciones acaban de publicar el Índice de Desarrollo Democrático de México 2021 (IDD), el cual arroja resultados aleccionadores para el país y para las entidades federativas. Por obvias razones de espacio, este artículo solo se centra en los resultados mexiquenses.

Según el IDD, el Estado de México pasó del lugar 26 en 2020 al 17 en 2021, a nivel nacional. A pesar de ello sigue siendo de bajo desarrollo democrático. La entidad mexiquense es una de las cinco que mejoraron su puntaje respecto a 2020, pero no cambió su calificación. Continuó siendo de bajo desarrollo democrático. El ligero ascenso logrado fue más bien consecuencia del simultáneo descenso de otras entidades.

Aunque el Estado de México ha obtenido cuatro veces años una calificación de desarrollo democrático medio en el IDD, en otros cuatro recibió puntajes de bajo desarrollo. Además, en 2013 y en 2017, escenario de una de los comicios más irregulares del país, calificó con desarrollo democrático mínimo. Si todo esto se suma, el balance es negativo en la entidad.

Vale la pena mencionar que en la dimensión “Democracia de los ciudadanos”, el Estado de México pasó del lugar 24 en 2020 al 19 en 2021, A pesar de ello sigue siendo de bajo desarrollo democrático. Además, en la dimensión “Democracia de las instituciones” pasó del lugar 31 en 2020 al 24 en 2021, por lo cual se le considera de desarrollo democrático mínimo. A nivel nacional no ocupó un lugar destacado, porque se sitúo entre los estados colocados a mitad de la tabla.

Por si fuera poco, para aquellas consejeras y representantes que presumen una y otra vez que el IEEM es el mejor OPLE del país, entre las propuestas que hace el IDD, para mejorar el desarrollo democrático de la entidad, las cuatro primeras tienen que ver con lo que no ha hecho bien: 1) promover la participación ciudadana en los comicios; 2) generar procesos de construcción de ciudadanía; 3) reforzar el respeto de las libertades civiles y de los derechos políticos; y 4) conseguir una mayor democratización de los partidos.

Resulta sorprendente que la entidad que más destina recursos a los partidos y a las elecciones no logre un mayor desarrollo democrático y a cambio de eso solo tenga un mediocre lugar 17, entre 32 entidades federativas. Estas cifras revelan que lo vivido en suelo mexiquense durante los últimos años es un retroceso democrático, que solo los partidos políticos, el IEEM y el TEEM no ven, porque les conviene mirar a otro lado o cerrar los ojos.

Los resultados de este IDD deben servir para que esas instituciones hagan un balance de su actuación y dejen atrás su optimismo infundado. Cuando pronuncian sus discursos parece que están hablando de otro país o de uno de los estados más democráticos. Viven en la autocomplacencia y mirándose el ombligo. Necesitan alzar la mirada y hacer una autocrítica del desempeño institucional, a la luz del pobre desarrollo democrático de la entidad. Si el IEEM y el TEEM fueran lo que dicen, la entidad tendría más desarrollo democrático.

El alto gasto electoral en suelo mexiquense solo ha servido para que el gobierno estatal y el PRI mantengan su hegemonía desde hace décadas. Ha sido utilizado para conseguir lealtades y comprar voluntades, no para elevar el desarrollo democrático que la ciudadanía demanda para vivir con plenos derechos. Mientras tanto, en el IEEM y en el TEEM seguirán repitiendo las mismas fantasías de siempre.


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