La herencia de Delfina en la SEP

El 15 de febrero de 2021, luego de muchas expectativas, el presidente Andrés Manuel López Obrador designó a la maestra Delfina Gómez Álvarez.

En ese momento delegada de los programas sociales federales en el Estado de México, como titular de la Secretaría de Educación Pública con la misión de preparar el regreso a clases presenciales.

En su presentación, la expresidenta municipal de Texcoco resaltó que muchos maestros, como ella, vivieron o fueron testigos de simulaciones, desvíos y de negligencia, en suma, de la corrupción de la noble secretaría.

Se pasó de figuras notables y verdaderos idealistas a simples burócratas, administradores de una institución sin alma, automatizada y utilizada.

Duras palabras para criticar a los regímenes neoliberales que antecedieron al gobierno de AMLO.

La maestra Delfina dijo que no se deben olvidar los abusos de esa época sobre el Sistema Educativo Nacional, porque ello servirá de referencia para todo aquello que no se debe de repetir.

Gómez Álvarez estuvo 18 meses al frente de la Secretaría de Educación Pública, pues fue designada por su partido, el Movimiento de Regeneración Nacional, como la coordinadora de los comités de defensa de la Cuarta Transformación en el Estado de México, de donde saltará a la candidatura por la gubernatura mexiquense en 2023.

¿Cómo queda la educación nacional después de ser dirigida por primera ocasión por una maestra normalista? Parece que la historia será muy severa con este periodo, pero no debemos olvidar que tocó atravesar la pandemia.

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Una época difícil para el mundo. 

Muchos, en ataques directos,  dicen que la profesora Delfina Gómez utilizó a la SEP como trampolín para lograr sus aspiraciones políticas, y luego el presupuesto fue orientado a la entrega de dinero de manera indiscriminada, al cierre de escuelas y la caída en la matrícula por la pandemia de Covid-19 no pudo recuperarse. No era fácil.

De 2018 a 2022, la Secretaría de Educación Pública tuvo un aumento de su presupuesto del orden de 24.9 por ciento, pues pasó de 291 mil 813 millones de pesos a 364 mil 484 millones.

Sin embargo, eso no se reflejó en mejores programas o en beneficios para los maestros, ya que los más beneficiados fueron aquellos dedicados a la entrega de dinero en efectivo.

Pero es necesario aclarar que no puede medirse nada en estos momentos.

Lo que sí, es que en este periodo desapareció el Programa “Escuelas de tiempo completo” y fue sustituido por el programa “La escuela es nuestra”, que tuvo un impresionante aumento de recursos al pasar de 2 mil 594 millones de pesos en 2019 a 13 mil 964 y ahí se desconocen las reglas de operación, el número de beneficiarios y cómo reciben los recursos.

En apenas dos semanas pretendieron elaborar 18 libros de texto de primaria y hereda un nuevo programa de educación básica que elimina los grados escolares a nivel preescolar, primaria y secundaria y los sustituye por seis fases de aprendizaje a partir del próximo ciclo escolar.

El Banco Mundial calculó que la pandemia causó un rezago en México que equivale a dos años de escolaridad.

Antes de la pandemia los mexicanos alcanzaban un promedio de aprendizajes a tercero de secundaria y hoy llegarán solo al equivalente a primero de secundaria.

Realmente, contra sus detractores, es difícil calificar una gestión, menos cuando es mitad de año. Ya se verá más adelante.

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