Karla apenas tenía 12 años cuando decidió quitarse la vida a causa del estrés, el miedo y la soledad de su calvario.
Sus padres lograron salvarla; sin embargo, eso solo fue el inicio de lo que, aseguran, fue darse cuenta de que no habían notado que su pequeña estaba lidiando con el acoso escolar y sexual por parte de uno de sus compañeros.
La menor, a quien se le cambió el nombre con fines de proteger su integridad física y mental, asistía a un colegio privado del Valle de Toluca, cuando se le permitió a los menores regresar a clases presenciales tras las jornadas de sana distancia por la pandemia de Covid-19.
“Estaba contenta de regresar en formato híbrido, iba solo algunos días a la escuela de manera presencial y un día la noté muy rara, ansiosa y triste, le pregunté qué pasaba y me comentó que había terminado su amistad con uno de sus compañeros, días después intentó suicidarse”.
Su padre relató que, tras trasladar a su hija al hospital y de que fuera diagnosticada con una urgencia psiquiátrica, por lo que la llevó a un hospital en la Ciudad de México, decidió investigar qué había sucedido en el entorno escolar. Bullying fue la respuesta.
“Su compañero la ahorcaba, casi al punto del desmayo, también amenazaba a los estudiantes con violarlos si lo delataban”.
Fue hasta que la familia de “Karla” comenzó un proceso penal en contra de la escuela que el alumno agresor fue expulsado; sin embargo, las secuelas emocionales a más de un año de los hechos continúan mermando la salud emocional y mental de la menor.
Las consecuencias mentales
Alin Padilla Quiroga, responsable estatal del Programa de Salud Mental del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM), lamentó que en los último 10 años se ha observado un incremento sostenido de los padecimientos mentales, lo que incluye al suicidio.
En el Estado de México en 2017 se reportaron 570 personas que decidieron quitarse la vida mientras que, para 2020, de acuerdo con registros del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), fueron 838.
Aunque la cifra es cruda, por tasa de 100 mil habitantes, la entidad está por debajo de la media.
“En el estado, 25 por ciento de las víctimas tienen entre 10 y 17 años. Hemos visto que el año pasado se incrementó y sí tenemos casos incluso de niños a partir de los 10 años que se han quitado la vida y algunos intentos con menores de 8 años, vinculados con muchas situaciones, con tema principalmente de violencia en casa, agresiones físicas pero también sexuales que afectan mucho, el tema de abuso de sustancias y, por supuesto, el bullying ha sido un elemento que ha influido mucho”.
La Organización para la Cooperación del Desarrollo Económico en 2021 determinó que México es el país en el que más se presentan casos de bullying a nivel internacional, sobre todo entre los y las estudiantes de nivel básico (primarias y secundarias) sin importar si son públicas o privadas, lo que afecta a
más de 19 millones de habitantes, lo que tiene consecuencias en su estado físico y emocional.
“Genera desconfianza en sí mismos, miedo, culpa… El acoso escolar tiene características específicas: Es una violencia repetida, no es un único evento, que se da entre pares, entre compañeros, que tiene una intención muy clara de intimidar, hostigar, de causar daño y sufrimiento y que, además, está vinculado con todos los tipos de discriminación que conocemos”, explicó Padilla Quiroga.
La especialista alertó que, las víctimas de casos extremos optan por las autolesiones, incluso por el suicidio. Las primeras no son para poner en riesgo la vida, sino para disminuir el dolor emocional de quien vive acoso; aunque sí pueden evolucionar a intentos suicidas.
La terapia como antídoto
Hasta hace una década, la terapia psicológica y psiquiátrica estaba estigmatizada. “Es para locos”, se comentaba; sin embargo, los padecimientos mentales como depresión, ansiedad y estrés postraumático han aumento, en especial después de la jornada de Sana Distancia y las consecuencias económicas por la pandemia de Covid-19, por lo que se han abierto más espacios de consulta en el sector público para dar atención a quienes lo solicitan y detectar a quienes lo requieren.
Para la encargada del Programa de Salud Mental del ISEM, los y las menores deben ser evaluados constantemente para que se tenga la certeza de que llevan un sano desarrollo emocional y mental, toda vez que la mayoría de los padecimientos de esta índole comienzan alrededor de los 14 años y 75 por ciento de quienes van a padecer un trastorno mental, a los 18 años ya lo tienen desarrollado, por lo que es la edad en la que más personas se suicidan.
“Ahora los niños incluso tienen comunicación más abierta en las redes sociales que son su propia familia, además sí recomiendan tanto la UNICEF como la Organización Mundial de la Salud, que padres y madres estén supervisando las redes porque ahí encuentran muchos retos y opciones para causarse daño. Antes se hablaba de lo que nos afectaba con los amigos más cercanos, ahora lo hacen en internet”.
Para atender los padecimientos mentales de los mexiquenses de cualquier edad, en el Edomex se cuenta con personal de Psicología en el primer nivel de atención, 150 unidades y centros de salud en donde se pueden atender, Centros de Atención a la salud Mental, Centros de Atención Primaria a las Adicciones, tres hospitales de Psiquiatría y, en más de 60 de los hospitales se cuenta con personal capacitado.
Tan solo durante 2021 se ofrecieron más de 335 mil consultas a la población en esta materia, además de que se priorizan a niños, niñas, adolescentes y mujeres embarazadas.
Lo anterior porque se ha detectado que entre 10 y 20 por ciento de los infantes tienen problemas de salud mental y 50 por ciento de menores de 18 años presentan síntomas y datos de padecimientos psiquiátricos.
“Se ha empezado a naturalizar el hecho de poder pedir ayuda. Ahorita en México estamos avanzando en la atención, algunos de los problemas de salud mental no están incluidos en el seguro de gastos médicos mayores, entonces, sabemos que es un camino que es largo, pero sabemos también que ha habido más atenciones”
La búsqueda de justicia
Para la familia de “Karla”, si bien buscan que ella recupere la salud mental, también es prioridad sentar un precedente y evitar que los casos de bullying continúen impunes, especialmente si dejan secuelas emocionales tan graves que llevan a los menores a considerar el suicidio como una alternativa para dejar de sufrir.
“Queremos que se llegue a la reparación del daño, porque nunca imaginamos todo lo que esto iba a desencadenar solo porque la escuela no estaba atenta a lo que pasaba en sus pasillos, mi hija estuvo al borde del desmayo varias ocasiones y jamás nos comentaron nada, solo un par de veces nos comentaron que sentía mareos y le dolía la cabeza”.
Actualmente la batalla legal continúa con el colegio privado debido a que se ha negado a reconocer que una de sus alumnas fue víctima de agresiones físicas, psicológicas y sexuales dentro del plantel pese a que se cuenta con una resolución del caso por una juez federal.
Se registran 677 casos de acoso y maltrato escolar en Ciclo 22-23
En lo que va del ciclo escolar 2022-2023, a través del Centro de Atención para la Convivencia Escolar Mexiquense (CACEM), se han registrado 677 reportes; con asuntos relacionados a: maltrato escolar, violencia intrafamiliar, acoso escolar, violencia sexual, y descuido o trato negligente.Los municipios con mayor incidencia son Toluca, Ecatepec y Nezahualcóyotl.
En ese sentido, la Secretaría de Educación reiteró que se mantiene una política de Cero Tolerancia para evitar cualquier tipo de acto violento al interior de las escuelas, por lo que se procede conforme a la Ley en todos los procedimientos administrativos, hasta llegar al caso de la destitución, si fuera necesario.
Se explicó que el Consejo para la Convivencia Escolar (CONVIVE) atiende la salud socioemocional de la comunidad estudiantil, por lo que se han reforzado las acciones para reestructurar las redes de trabajo, a través de la cultura de paz y una sana convivencia escolar, apoyo al interior de las escuelas, fortaleciendo la confianza entre sus integrantes para crear ambientes más armónicos y seguros que garanticen el bienestar del estudiantado.
Asimismo, se llevan a cabo estrategias y líneas de acción que promueven la perspectiva de género, la no discriminación, la mediación, los valores y la conciliación para la solución de conflictos.
“Se atiende a la comunidad escolar, salvaguardando sus derechos humanos, brindando servicios de asesoría en materia de violencia escolar, mediación, apoyo psicológico y otros, para los involucrados y sus familias”, se detalló.
Para contención de la violencia en las escuelas, en la entidad se cuenta con el Centro de Atención para la Convivencia Escolar Mexiquense (CACEM), con la línea telefónica 800 01 NIÑOS (64667), que ofrece asesoría gratuita en materia de violencia escolar, tanto para las víctimas como para sus familias, así como el acompañamiento a las escuelas de educación básica de los subsistemas estatal y federalizado, para la correcta aplicación de los Protocolos para la Prevención, Detección y Atención de Abuso Sexual Infantil, Acoso Escolar y Maltrato Escolar.
“Como parte de la atención a los reportes de violencia escolar, el CACEM analiza cada caso para que a través de la Red Interinstitucional del CONVIVE que consta de 24 instancias gubernamentales, se brinde apoyo psicológico, jurídico y familiar a la población estudiantil, personal docente, madres y padres de familia”.
En el análisis de los casos participan la Procuraduría para la Protección de las Niñas, Niños y Adolescentes, Fiscalía General de Justicia, Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, y Facultad de Ciencias de la Conducta de la Universidad Autónoma del Estado de México, el Sistema DIF -Desarrollo Integral de la Familia-, el Instituto Mexiquense Contra las Adicciones, y la Secretaría de las Mujeres, entre otras instancias.
SPM