Luego de 12 días, concluyó la edición 13 de la Feria del Pulque en Jiquipilco, municipio recientemente declarado Pueblo con Encanto. El lugar tiene un gran arraigo hacia la llamada “bebida de los dioses”, misma que no sólo forma parte de su economía sino de su identidad.
Entre los 60 productores que manifestaron su tradición se encontró el señor Juan Hernández, quien desde hace 15 años tiene su propia pulquería, pero confiesa que el oficio del pulquero, tanto en él como en la comunidad, se ha heredado a lo largo décadas.
Finaliza la 13 feria del pulque
“Primeramente es tradición ya ancestral, de mis antepasados, de mis abuelos y bisabuelos que me enseñaron como hacer el pulque y ya fue iniciativa propia de seguir con este negocio. Estamos participando porque somos originarios de aquí, creo que tenemos ese derecho de participar”, dijo el productor.
Entre el pulque natural, reposado y curados es como estuvo rodeado el stand del señor Hernández durante estos días en donde la intención no solo fue impulsar la economía de los productores, sino que también dará conocer la importancia de la bebida y trasmitir parte de su conocimiento a los visitantes.
“Sí vinieron gente de otros lados, hasta de fuera del estado, y pues uno busca con esto que le vaya un poco mejor porque seguimos golpeados por la pandemia pero también uno trata de explicarle a la gente cómo se prepara, el trabajo que cuesta y que es una tradición mexicana que es importante”, dijo el pulquero.
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Municipio es reconocido como productor de pulque
Asimismo, detalló que como productores necesitan de la innovación, en su caso, a base de recetas familiares que guardan y otras que él genera para dejar como legado sus descendientes, esperando que continúen con la tradición.
El productor conserva la técnica del tlachiquero, un término que proviene del náhuatl y significa “el que raspa”. Como su nombre lo dice, es así como extrae el pulque con la ayuda del acocote, artefacto con la forma de un garrote que un orificio en la base y la punta, técnica prehispánica que, señala, está en peligro de extinción.
El municipio es reconocido por el gobierno del estado como productor de pulque, quienes también han dado a conocer que, en la entidad, aproximadamente 1,600 hectáreas son dedicadas al cultivo de este agave.
TAR