En el Estado de México la contaminación de ríos por descarga de aguas residuales impacta al medio ambiente y a la salud de la población; sin embargo, las empresas continúan afectando el territorio mexiquense sin que las medidas gubernamentales tengan efecto.
A nivel municipal no hay plantas de tratamiento para aguas residuales de uso doméstico, comercial ni de servicios, lo que se suma a la problemática, de acuerdo a la Secretaría del Medio Ambiente estatal.
En el documento “criterios técnicos para la elaboración del Inventario de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero para el Sector: Residuos”, la dependencia especificó que las descargas van directamente a ríos y lagos.
Sin soluciones para descargas de aguas residuales
“Además muchas de las aguas que se descargan al alcantarillado contienen residuos sólidos, aceites, solventes, desengrasantes, entre otros, los cuales requieren de un tratamiento adecuado”.
Por ello, implementará el Inventario de Emisiones como herramienta que facilitará el buen uso y aplicación de la metodología 2006, de las Directrices del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés).
Para estimar las emisiones se requiere información de los residuos sólidos urbanos, la cantidad de residuos que son quemados a cielo abierto, así como la cantidad de residuos incinerados y las toneladas de los residuos orgánicos sometidos a tratamiento biológico.
También necesitan información del caudal tratado y del tipo de tratamiento que llevan a cabo las plantas de aguas residuales ya sean municipales y/o industriales, además de contar con los datos de la población y del consumo per cápita de proteína en el tratamiento y descarga de aguas residuales.
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Río Lerma, ejemplo de falta de regulación
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha monitoreado por ocho años los niveles de contaminación de 22 sitios del Río Lerma ubicados en nueve municipios del Estado de México, de los cuales solo 6 zonas no registraron toxicidad.
Los sitios se encuentran en Temoaya, Atlacomulco y Temascalcingo, donde el análisis del cuerpo de agua no es tóxico; sin embargo, esto representa 28 por ciento del total del cuerpo de agua al que se le dio seguimiento.
TAR