El robo de tapas de alcantarillado, drenaje y de la red de agua en los pasados 15 meses se convirtió en un dolor de cabeza para el gobierno municipal de Chimalhuacán, Estado de México, que requiere más de 3 millones de pesos para atender esta problemática antes de que se inicie la temporada de lluvias y evitar que se ponga en riesgo a peatones y automovilistas.
Pablo García Colores, titular de la Dirección de Servicios Públicos de esa localidad del oriente de la entidad, explica que delincuentes cometen robo hormiga de brocales en vialidades, registros de drenaje pluvial en banquetas, rejillas de bocas de tormenta y las tapas de las cajas de válvulas de agua potable propiedad del ayuntamiento.
También se perpetran hurtos de este tipo a infraestructura de empresas como Teléfonos de México e Izzi, así como a la compañía operadora del carril confinado del Mexibús; sólo de esta última faltan alrededor de 250 de más de mil piezas y de las dos primeras hay un déficit de más de 100.
El funcionario estima que actualmente, de las más de 5 mil tapas que hay en el territorio municipal, faltan hasta mil 500, mil 150 propiedad del ayuntamiento y 350 que corresponden a las tres empresas citadas.
“Este fenómeno, en un principio, consideramos que se debía al tema de la pandemia (covid-19) y que la gente lo hacía para tener un ingreso; pero ya tenemos un año y casi cuatro meses que el robo subsiste”.
El riesgo más importante para peatones y automovilistas es el hurto de las bocas de tormenta, rejillas de un metro de ancho y hasta 12 metros de largo que atraviesan calles y vialidades. Estas estructuras metálicas son indispensables debido a la geografía de la demarcación; están colocadas al pie de las zonas cerriles, para contener la bajada de aguas broncas en época de lluvias y reducir el riesgo de inundación.
El hurto representa el doble de lo que se ha venido sustituyendo,
En meses recientes se colocaron 50 nuevas rejillas ya sea porque fueron robadas o porque las anteriores estaban en mal estado; pero desconocidos siguen llevándose tramos de hasta un metro por semana.
García Colores advirtió que las cuadrillas del ayuntamiento instalan una nueva tapa de pozo, coladera o rejilla, cuando ya desapareció otra; prácticamente, el hurto representa el doble de lo que se ha venido sustituyendo, por eso la gente coloca piedras y llantas en los huecos para prevenir una caída.
Precisó que ante esta problemática se requieren 3 millones de pesos, sólo para la compra de piezas de plástico de alta resistencia; pero la inversión tiene que ser mayor, porque falta la mano de obra y el uso de otros materiales como soldadura, planta de luz y gasolina.
El objetivo de las autoridades de Chimalhuacán es atender esta situación antes del periodo de lluvias más intenso, que para esta temporada se espera que sea durante julio y agosto. Para ello, el territorio municipal se dividió en cuatro secciones con un responsable por cada una, quien debe reportar los hurtos y el avance en la sustitución con material de plástico.
En tanto, personal del organismo descentralizado de agua trabaja en la reposición de las alrededor de mil tapas de cajas de las válvulas.
Materiales no reciclables en Ecatepec
En el municipio de Ecatepec, en el noreste del estado de México, el Sistema de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (Sapase) comenzó en abril pasado un programa piloto para colocar brocales y tapas de alcantarillado de la red de drenaje elaborados con hierro dúctil, inservible para las fundidoras clandestinas.
Las autoridades señalaron que, aunque no se han detectado en el municipio bandas dedicadas al robo de tapas de metal de la red hidráulica y drenaje, los hurtos en la avenida Carlos Hank González y camino a San Andrés de la Cañada son cometidos por delincuentes que operan solos en la zona.
El Sapase dio a conocer que adquirió tanto brocales como tapas de coladeras y pozos de visita para esta primera etapa de sustitución de dicha infraestructura, con el objetivo de erradicar el robo y la venta ilegal de los mismos.
Explicó que el hierro dúctil y el fundido son empleados en la industria del metal. Las dos aleaciones tienen características diferentes que hacen que sean importantes para diversos propósitos; sin embargo, el primero es rico en grafito, material que no se puede fundir.
Detalló que entre las propiedades del hierro dúctil destaca que es más ligero y resistente, lo que lo dota de una mayor duración, mientras el antiguo material, el hierro fundido, es más rígido y quebradizo, lo que reduce su periodo de vida y en consecuencia se debe sustituir en caso de fractura, además de que es más atractivo para la venta por kilo.
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El organismo precisó que en avenida Camino a San Andrés, una zona de alto flujo de vehículos particulares, transporte público y camiones de carga, se colocaron las nuevas piezas debido a que las antiguas fueron robadas, y a la fecha las nuevas permanecen en su sitio.
Adelantó que si esta prueba funciona, se analizará la sustitución de las tapas de cajas de válvulas de la red hidráulica por las elaboradas con hierro dúctil, pues también se ha incrementado el robo de dicha infraestructura, dejando hoyos tanto en la red de drenaje como de agua.
Con información de René Ramón y Javier Salinas.