Del náhuatl Xico o Xictli: Ombligo y el glifo Calli: Casa ; “El Ombligo del Mundo”, así llamaron nuestros ancestros prehispánicos a una formación geológica que forma parte de la zona volcánica del Chichináhutzin “señor que quema”, un volcán monogenético de más de 12 mil años de antigüedad, que se erigió en medio de las lagunas de Chalco, en el oriente del Valle de México.
Los vulcanólogos le llaman anillo de toba, resultado de la interacción de pequeñas erupciones de magma volcánica y el agua, otro milagro de la naturaleza; fue para nuestros antepasados, junto con el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl, parte fundamental de su cosmovisión.
Este volcán inactivo, que tiene una altura de 2 mil 235 metros sobre el nivel del mar, y un diámetro de mil 400 metros, se localiza a sólo 31 kilómetros del Centro de la Ciudad de México, en tierras que pertenecieron a la cultura chalca.
Con la llegada de los españoles y la conquista de los pueblos originarios, las tierras fueron cambiando de dueños, y siglos más tarde, la llegada de Íñigo Noriega, empresario y terrateniente español durante la época de la dictadura de Porfirio Díaz cambiaría para siempre el aspecto del coloso de Xico.
Noriega, quien como miles de españoles emigraron a México en busca de fortuna, adquirió junto con su hermano Remigio grandes extensiones de terreno que habían sido arrebatadas a las comunidades de Tláhuac, Xochimilco y Chalco, luego obtuvo la concesión del gobierno porfirista para desecar el Lago de Chalco, cuya extensión rebasaba las 10 mil hectáreas, a fin de explotar las tierras.
Acumuló una gran fortuna que incluía múltiples fincas en los estados de México, Morelos, Tlaxcala y Ciudad de México, entre otros. Pero en el Valle de México destacaban sus tierras comprendidas entre Culhuacán y San Miguel Xico, ubicadas en lo que hoy son las alcaldías capitalinas de Tláhuac, Xochimilco, Iztapalapa y Milpa Alta, así como los municipios mexiquense de Chalco, Valle de Chalco e Ixtapaluca, donde vivían, a su servicio, pueblos enteros.
Desde su hacienda, ubicada al pie del Volcán Xico, este personaje, propició el primer cambio radical en el paisaje de esta región, al desecar las lagunas de Chalco.
Se convirtió en uno de los personajes más importantes del régimen porfirista e incluso estuvo involucrado en el asesinato de Francisco I. Madero, por lo que años más tarde, posterior a la revolución, en el Gobierno de Venustiano Carranza, le fueron embargadas sus propiedades, la cuales se asignaron nuevamente a los pueblos que habían sido despojados.
Hoy la Ex hacienda de Xico, que fue símbolo del poderío extranjero, se ha convertido en patrimonio de México, que revela la riqueza natural y cultural que se concentró en “El Ombligo del Mundo”.
La lucha por la identidad de un pueblo nuevo en tierras ancestrales
En la década de los 70 inició un vertiginoso éxodo de familias, de los estados del centro sur del país hacia el Valle de México en la búsqueda de mejores oportunidades de vida, principalmente hacia la ciudad capital, pero a mediados de la década de los 80, el entonces Distrito federal se vio rebasado y comenzó a rechazar o expulsar a los migrantes nacionales hacia la periferia, a los municipios conurbados.
Primero fue Nezahualcóyotl, luego Ecatepec, Los Reyes La Paz, Chimalhuacán, Chicoloapan, Ixtapaluca y desde luego, Chalco.
Y ante esta debandada, que comenzó a saturar territorio mexiquense conurbado a la capital, el Gobierno del Estado de México decidió crear en 1994 un nuevo municipio, el 122 de la entidad mexiquense.
Era el sexenio del entonces presidente de México Carlos Salinas de Gortari, quien, en un afán para legitimar su Gobierno, ante los cuestionamientos de un fraude electoral por el que habría llegado al poder, creo el Programa Nacional de Solidaridad (Pronasol) para combatir la pobreza extrema y el rezago social, y el ejemplo de esta condición fueron las 16 colonias que se formaron en la irregularidad, en torno al volcán Xico.
Y así fue que uno de los presidentes más cuestionados en la historia de México convirtió al nuevo municipio de Valle de Chalco en “la cuna de la solidaridad”, en el sello de su sexenio en materia de desarrollo social, de ahí el origen de su nombre que, por cierto, después de 29 años, podría cambiar para retomar su origen prehispánico.
Los fundadores de este municipio recuerdan que este territorio, polvoriento en tiempo de sequía y lodoso en periodo de lluvias, carecía de redes de distribución de agua potable y de drenaje, no contaba con alumbrado público, servicios de recolección de basura, y el transporte público era escaso.
Entre 1989 y 1994, el gobierno Federal destinó a este territorio, que aún pertenecía al municipio de Chalco, alrededor de un Billón de pesos -todo en 4 años ocho meses-, para introducción de infraestructura urbana y el combate a la pobreza extrema; sin embargo 29 años después, este municipio mexiquense aún se mantiene como uno de los que presenta mayores rezagos sociales en el estado.
Pero ya desde 1990, un grupo de jóvenes, lideres vecinales quienes se involucraban en la política local, desde entonces promovían una denominación para el que se rumoraba sería el municipio 122 del Estado de México, la propuesta aludía al volcán, las lagunas y a todo el sincretismo que envolvían: Valle de Xico.
Sin embargo, el poder de los políticos del momento se impuso para mantener por más de dos décadas el nombre del programa emblemático de Carlos Salinas de Gortari: Valle de Chalco Solidaridad.
Incluso su escudo actual está compuesto por dos glifos de origen prehispánico y un logo contemporáneo. El glifo de Xico (ombligo) y el glifo calli (casa o casas). El logo fue impuesto por el gobierno federal como parte del Programa Nacional de Solidaridad. La interpretación oficial es: “las casas que se establecieron al lado del Cerro de Xico, fundado con la solidaridad de sus pobladores”.
Falta de identidad, confusión y hasta estigmatización son el resultado de este nombre para los habitantes de ese municipio, quienes comúnmente son confundidos como vecinos marginales del viejo Chalco, sin una identidad consolidada.
Razón por la cual, activistas y autoridades han retomado la iniciativa formulada desde hace más de 30 años.
En 2019 el alcalde Francisco Tenorio, quien perdió la vida en un atentado perpetrado en octubre de ese año, había presentado la iniciativa e incluso el Instituto Nacional Electoral intervino en la organización de una consulta ciudadana para obtener el consenso que permitiera cambiar el nombre de este municipio a Valle de Xico, el intento resultó fallido.
Pero tras la muerte de Francisco Tenorio, su suplente, Armando García Méndez, quien asumió la presidencia municipal por ministerio de ley y luego ganó la elección de 2021, volvió a enarbolar esta propuesta ciudadana con la variante de “Valle de Xico Solidaridad” mediante una iniciativa ante el Poder Legislativo del Estado de México.
En esa instancia, la diputada local Yesica Yanet Rojas Hernández, viuda del ex alcalde, Francisco Tenorio replanteó la propuesta a “Valle de Xico”, la cual fue discutida y aprobada por los diputados, integrantes de la Comisión de Legislación y Administración Municipal con seis votos a favor y cinco en contra, el pasado 14 de abril, por lo que se espera que sea discutida en el pleno en el próximo periodo ordinario de sesiones el próximo mes de septiembre, ya con la nueva administración estatal.
“El propósito, los objetivos centrales de esta iniciativa es crear identidad, porque un pueblo sin historia difícilmente podrá asumir una identidad y por lo tanto difícilmente podrá evolucionar” asevera Alejandro Tapia González, Presidente del Frente para la Creación y Desarrollo de los Municipios del Estado de México, quien es, quizá, el primero y el más persistente de los impulsores de la denominación de Valle de Xico para la tierra que ha dado cobijo y ha visto crecer a varias generaciones de los hijos adoptivos del Estado de México.
Riqueza histórica y cultural oculta
En 1995, el entonces gobernador del Estado de México, César Camacho Quiroz, entregó las escrituras de la ex hacienda de Xico al recién fundado municipio 122 del Estado de México: Valle de Chalco Solidaridad.
Dentro de sus construcciones hay una antigua troje donde se almacenaba el maíz y un Museo Comunitario donde se conserva la evidencia del poderío dictatorial del siglo XIX y XX, pero no sólo eso sino que, en las últimas tres décadas con la llegada de miles de familias, se han localizado decenas de vestigios arqueológicos y paleontológicos en excavaciones de traspatio, en las que los propios vecinos al escarbar para construir los cimientos de sus viviendas o sus cisternas, han localizado desde vasijas de barro utilizadas en la época prehispánica, y otros objetos ornamentales de uso cotidiano, hasta huesos de mamut.
En 2015 durante las obras de rehabilitación de la ex Hacienda de Xico, a cargo de la arqueóloga Adriana Lazo se descubrieron algunas estructuras como muros y entierros de filiación teotihuacana.
Mientras que en las faldas del volcán Xico también se descubrió un yacimiento con restos humanos, incluidos cuatro entierros infantiles con figurillas miniaturas ofrendadas y una plataforma teotihuacana de más de un milenio de ocupación a partir de año 250 hasta el periodo cercano al contacto español, es decir por el año 1500 d.C.
Pero esta riqueza cultural no pudo frenar a la mancha urbana, que devoró en pocos años las faldas del volcán al que erróneamente se llamó colonia “Cerro del Marqués”, donde se observan cientos de viviendas, muchas de ellas irregulares, apenas con los servicios básicos.
Sin embargo, aún se conservan algunos caminos que ahora son utilizados como una ruta ciclista y de campo traviesa para deportistas que conducen al majestuoso cráter del volcán.
“Este pudiera ser el punto de partida para un proyecto ecoturístico, salvando incluso las lagunas que sobreviven del viejo lago de Chalco, hay investigaciones del Instituto Nacional de Antropología e Historia que demuestran la importancia de la cultura mesoamericana que pobló estas tierras dejaron un legado que hay que difundir y que el mundo nos conozca”, sostiene Alejandro Tapia, consultor, politólogo y fundador de este municipio mexiquense.
“Apelamos no sólo a los gobiernos federal y del Estado de México sino a la iniciativa privada para invertir en un gran corredor ecoturístico, tenemos un municipio plagado de problemas de inseguridad, de falta de empleo, pero esta sería la alternativa, esto es lo que tendría que retomar ya en breve quien sea la gobernadora en el Estado de México porque aquí hay una gran riqueza que pude servir de impulso para generar mejor calidad de vida”, complementa.
Han transcurrido siglos con múltiples trasformaciones en su entorno, pero el coloso de Xico permanece portentoso, incluso.
SPM