El 15 de junio de 2006 el entonces gobernador Enrique Peña Nieto creó el Consejo Editorial de la Administración Pública Estatal (CEAPE) para que coordinara las políticas editoriales y las publicaciones del gobierno mexiquense. Así, en 17 años de existencia ha publicado más de mil 200 títulos, repartidos en diversas colecciones y series de extraordinaria manufactura que abarcan géneros literarios, historia, biografía, tradiciones, patrimonio cultural y natural, creación artística, entre otros temas de interés para la sociedad.
Tuve el privilegio de colaborar en el CEAPE cerca de cuatro años. Ingresé como corrector de estilo cuando el Secretario Técnico era Ismael Ordóñez Mancilla. Tiempo después, me invitó a encabezar la Coordinación de Redacción y Corrección de Estilo Editorial. Posteriormente, tras asumir el cargo de gobernador, Alfredo Del Mazo Maza designó Secretario a René Santín Villavicencio, quien pocos meses después me invitó a hacerme cargo del Área de Atención a Medios.
Durante mi periodo como colaborador del Consejo fui testigo del enorme talento de los servidores públicos que hacían posible el sueño de todo profesional de la industria libresca: publicar obras memorables. Me enseñaron el noble y sufrido oficio de la edición respetados colegas y entrañables amigos, como Félix Suárez, Alfonso Sánchez Arteche, Marco Aurelio Chávezmaya (q.e.p.d.) y Hugo Ortiz. Comprobé asimismo las encomiables facultades y habilidades de diseñadores gráficos, ilustradores, correctores de estilo y personal administrativo.
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Por cuestiones que en otra ocasión abordaré, me marché del CEAPE a encarar otras responsabilidades editoriales. Ya no me tocó ser testigo de la transición del Consejo de la Secretaría de Educación a la de Cultura y Turismo. El cambio de sectorización se consumó el 2 de agosto de 2019, promovido por la entonces secretaria de Cultura, Marcela González Salas (q.e.p.d.). Esta acción tuvo repercusiones en el quehacer cotidiano del Consejo. El transitorio segundo de la Gaceta del Gobierno establecía que “los recursos humanos, financieros y materiales con que cuenten las unidades administrativas cuya adscripción cambie por este Acuerdo a otra dependencia, se transferirán a fin de apoyar el cumplimiento de sus atribuciones, con excepción de los servidores públicos docentes. En todo caso, se respetarán los derechos laborales de los servidores públicos conforme a las disposiciones jurídicas aplicables”.
¿Qué significaba esto? Al ser servidores públicos docentes, los colaboradores del CEAPE tuvieron dos opciones: cambiar su adscripción a otra dependencia de la Secretaría de Educación o permanecer en el Consejo en calidad de comisión en Cultura. Algunos prefirieron emigrar y el CEAPE perdió valiosos activos; otros permanecieron en calidad de comisionados, pero ante el ocaso sexenal, deben regresar a Educación y buscar acomodo en alguna dependencia.
A propósito de su aniversario, el Consejo organizó el curso-taller “Políticas y criterios editoriales 2023” dirigido a los servidores públicos que forman parte de los subcomités editoriales. Como yo formo parte de uno, al ser editor de la Revista ISCEEM. Reflexiones en torno a la educación, fui invitado. La nostalgia se encendió y me reencontré con queridos amigos y amigas, pero me entristeció que otros han concluido su comisión y deben regresar a Educación. No la tiene fácil el CEAPE. Cuando la maestra Delfina Gómez asuma el poder, retomaré el tema.
SPM