Esta semana se lleva a cabo un evento organizado por la Agencia de Cooperación Técnica Alemana (GIZ) y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público Mexicana, uno de los principales objetivos es dar a conocer la Taxonomía Sostenible Mexicana, un sistema de clasificación que permite identificar y definir actividades, activos y proyectos de inversión con impactos medioambientales y sociales positivos, con el objetivo de proporcionar certidumbre y transparencia a los mercados financieros, fomentar la inversión en actividades sostenibles y dar un mejor seguimiento a los flujos de financiamiento destinados a la sostenibilidad.
Se contemplan seis sectores económicos de relevancia para la sostenibilidad, el segundo es Energía Eléctrica y suministro de Agua, y específicamente en las actividades económicas 221311, 221312 y 2211312, de acuerdo al Sistema de Clasificación de América del Norte (SCIAN).
Este forma parte de otros esfuerzos que se están llevando a cabo en otros países, para México permitiría el que se puedan destinar capitales privados en proyectos de agua que son tan necesarios (aunque no suficientes), recordemos que para México de acuerdo con la CEPAL es necesario invertir en el sector agua 1.3% del PIB anual, de manera consistente por al menos quince años, esto equivale a cerca de 400 mil millones de pesos para 2023, además permitiría crear 3.6 millones de empleos, es decir, el 17% de todos los empleos formales del país.
Este monto es muy dificl que sea invertido en su totalidad por el Estado Mexicano, por lo que éste tipo de esfuerzos están encaminados a buscar esos recursos en otras fuentes, de acuerdo a los clasificadores, las actividades relacionadas con el agua pueden ser tanto de privados como de públicos, veamos ahora algunas limitaciones o dudas que identificamos.
En primer lugar, está lo que entiende ésta Taxonomía por sostenibilidad, en su glosario define a la Economía sostenible como aquella que logra perdurabilidad e incrementa el capital de una organización sin descuidar lo social, medioambiental y económico de la comunidad donde desarrolla su actividad. Esta definición sería más acorde con otro concepto, por ejemplo, Capital Sostenible u otro, pero economía sostenible debe ser entendida como aquella que forma una relación con el ambiente donde el bienestar de las siguientes generaciones no puede ser menor que el de las presentes, tomando en cuenta el contexto geográfico, temporal, político, cultural y social.
Para el sector privado en México, sin duda puede ser una buena opción si tienen dentro de sus prioridades los criterios ASG (Ambiente, Sociedad y Gobernanza), lo que mandaría una buena señal de su preocupación por la sostenibilidad, habría que ver si esto basta para que dirijan sus capitales a un tema prioritario como el agua.
Otro tema, serían los mecanismos de acceso de las unidades económicas del sector público, que actualmente están impedidos por la Ley de disciplina financiera de adquirir deuda de forma directa, es necesario la aprobación de sus congresos locales, un punto adicional es la falta de personal capacitado a nivel municipal para elaborar proyectos financiables en el sistema financiero.
¿Bastará con éste esquema de apoyo al financiamiento?, ¿es el modelo de financiamiento mediante el cuál el gobierno federal desea resolver el tema del agua en México?, ¿Qué tipo de modelo de organismos operadores está preparado para buscar los beneficios de la taxonomía sostenible?, al tiempo.
DB