Para continuar con los dilemas a los que tendrán que enfrentarse el equipo de transición de la gobernadora electa Delfina Gómez, y habría que dimensionar el tamaño de la administración pública por lo que hace a sus cargos directivos que de acuerdo con el Portal de la Dirección General de Innovación de la Secretaría de Finanzas; la administración pública del Estado de México está conformada por 16 dependencias, una coordinación general, una jefatura de la oficina de la gubernatura, 22 órganos desconcentrados, 82 organismos descentralizados, dos fideicomisos públicos, una empresa pública y una asociación civil; que a su vez se desdoblan en 720 unidades administrativas del sector central que van de dirección de área hacia arriba, y otras 509 del sector auxiliar, es decir, poco más de mil 200 cargos de primer nivel. En este punto, ¿Cuáles serán los criterios que seguirá el nuevo equipo de gobierno para seleccionar a estos actores políticos?
Para nadie es una sorpresa que el presidente de la república privilegió un modelo que él mismo calificó de 90% lealtad y 10% experiencia. El saldo no se hizo esperar, las calificaciones al gobierno de la República son en términos generales malas, de acuerdo con diferentes estudios de opinión, evidentemente una cosa es la calificación y confianza al presidente y una muy distinta es la de su gobierno. Para el caso del Estado de México y la compleja dinámica que lo distingue, resulta pertinente precisar en algunos elementos técnicos que en cualquier ámbito de la administración pública son considerados para el desempeño de actividades directivas: perfil; idoneidad para el cargo; experiencia; y probidad.
El perfil está relacionado con la formación académica o aptitudes desarrolladas para un cargo; si usted es ingeniero y toda su vida se ha dedicado a construir instalaciones públicas, entonces cuenta con un perfil de construcción, remodelaciones y adecuaciones de escuelas y hospitales. La idoneidad por su parte alude a la condición para desempeñar un empleo bajo características técnicas y legales; usted puede ser un ingeniero muy capaz pero que no tener ni la menor idea de cómo hacer los reportes contables o soportar los concursos públicos para diferentes licitaciones y digamos puede tener debilidades morales a la hora de ayudar a sus amigos, en otras palabras, tienen el perfil, pero no es idóneo para el cargo.
Experiencia. El (supuesto) ingeniero, como ya dijimos tiene muchos años vinculado a tareas de infraestructura, pero le ofrecen ahora a dedicarse a temas de vialidades, es ingeniero tiene experiencia en el ámbito de la construcción, ya dijimos que carece de habilidades técnicas para hacer reportes o manejar disposiciones legales pero su amigo lo hace Director General de infraestructura carretera. Esto sucedía antes, ¿pero es aceptable para el 4T?
Probidad. Por ella se entiende el actuar con rectitud, honestidad y honradez; con las condiciones ya descritas este ingeniero debiera descartar la invitación para convertirse en Director General de Infraestructura carretera, pues su expertis está en instalaciones educativas y hospitalarias. Por lo que a pesar de que tiene experiencia en el gobierno, no lo tiene para el cargo, y también hay que decirlo, nunca ha sido sujeto a las tentaciones que vienen acompañadas al cargo y ya dijimos, este personaje tiene proclividad de ayudar a sus amigos.
Con esta descripción imaginaria, queda claro que el perfil, la idoneidad, la experiencia y la probidad pueden estar o no considerados en la toma de decisiones de quien invita a un funcionario público a ejercer un cargo. ¿Quiénes van a integrar esas más de mil posiciones que seguramente serán renovadas el próximo 15 de septiembre? y, ¿Qué criterios adoptará Delfina Gómez para seleccionar a sus colaboradores? . El tema es bastante complejo si consideramos que el PRI gobernó durante 94 años la entidad mexiquense y logró constituir una burocracia altamente especializada que distinguió a los gobiernos locales hasta entrada la década de los 90 ́s, pero los últimos 25 o 30 años el modelo se modificó para incorporar operadores políticos, compromisos de campaña, personas del equipo ganador o amigos del gobernador en turno. Morena anuncia una transformación. ¿Cuál será su sello en la selección de funcionarios?
¿Qué va a preferir Delfina Gómez, perfiles con experiencia e idoneidad con el cargo o compromisos políticos para repetir más de lo mismo? Veremos.
DB