El realineamiento del sistema electoral y partidario

Desde antes del triunfo de Delfina Gómez como gobernadora del Estado de México, las instituciones electorales de la entidad, especialmente el IEEM y el TEEM, comenzaron un proceso gradual de acercamiento con Morena, aunque no se distanciaron del PRI. Este fenómeno se observó desde 2018, cuando el tricolor perdió por segunda ocasión la presidencia de la República, se aceleró con los triunfos guindas en suelo mexiquense y se consolidó con la pérdida de la gubernatura, que todavía ostenta Alfredo del Mazo.

No puede olvidarse un dato importante: el 4 de abril cambió la composición del consejo general del INE. Lorenzo Córdova fue sustituido en la presidencia por Guadalupe Taddei. Además, terminaron su encargo como consejeros Ciro Murayama, Adriana Favela y José R. Ruiz. Los tres primeros, pero especialmente Favela, influyeron mucho en la composición del IEEM. Le imprimieron un sesgo claramente priista desde 2014, que se mantiene hasta la fecha, pero que podría cambiar en el corto plazo.

Ese cambio en la composición del INE fue lo que impidió que el IEEM tuviera control absoluto del conteo rápido en la elección de gobernadora. Lo mismo pasó con el reprobado PREP. Tuvieron que mejorarlo para no hacer el ridículo como en 2021. Con estos candados fue imposible que se repitiera un escenario fraudulento como el de 2017, cuando las cifras fueron manipuladas para hacer ganar al PRI, a pesar de todas las irregularidades ocurridas durante la jornada electoral, pero sobre todo después de ella.

Ahora que la derrota priista se ha confirmado en todas las instancias, incluidos los tribunales locales y federales, el realineamiento de las instituciones electorales es más claro. El IEEM y el TEEM, encabezados por personas sistémicas, Amalia Pulido y Leticia Victoria, se acercarán al nuevo gobierno. Tendrán que negociar el presupuesto con un gobierno diferente, que podría seguir la lógica de austeridad del ámbito federal o de la CDMX. Esa posibilidad seguramente les preocupa. Rompería con el esquema de funcionamiento de ambas instituciones: hacer y juzgar las elecciones con mucho dinero, para que los errores se noten menos.

El realineamiento de las autoridades electorales se nota hasta en las sesiones del consejo general del IEEM. Sus integrantes han modificado el contenido de su discurso y también sus destinatarios. La mayoría sabe que sus carreras dependen de ello. Están acostumbrados a servir al sistema, independientemente del partido que lo encabece. También es evidente el cambio en el protagonismo de los principales partidos: mientras que el de Morena y sus aliados ha crecido, el del PRI y sus socios ha bajado.

El ex partido hegemónico ha perdido esa condición y ahora lucha para no desintegrarse. Así lo revelan las reuniones que ha realizado el dirigente estatal del PRI, Eric Sevilla, con diferentes líderes priistas cercanos al ex gobernador Eruviel Ávila, quien recientemente renunció al tricolor. Ante el temor de que otros lo sigan, está realizando una especie de operación cicatriz para mantenerlo unido ante los cercanos comicios de 2024.Todos los actores políticos saben que la correlación de fuerzas ha cambiado en el estado.

Por esta razón, olvidarán sus antiguas lealtades. En cuanto sea necesario se realinearán políticamente. La mayoría jurará lealtad al nuevo gobierno, porque casi todos han vivido de la política y no para ella (Weber dixit). No tienen vocación de servicio, sino de riqueza y poder.

DB