Recientemente el INEGI presentó su último informe de ingresos y gastos por hogar; este informe será objeto de diversas interpretaciones, desde aquellas, las más cercanas a la línea discursiva del gobierno, que lo verán con simpatía y celebrarán los datos, hasta quienes desde el otro extremo acusan que apenas nos parecemos al último año de gobierno de la gestión de Enrique Peña Nieto con todo y lo espectacular de los avances, esto, es así, tanto por la polarización afectiva que vive el país, como por los diferentes cortes que se le pueden hacer al reporte. Dejando a un lado las preferencias, centrémonos en los datos duros. ¿Hemos mejorado?, sí, pero aún no lo suficiente. No hay duda, que el tema de fondo sigue siendo la inequitativa distribución de la riqueza, pues diversos indicadores afirman que la transferencia de recursos públicos a los más pobres, paradójicamente han beneficiado mucho más, a los de mayores ingresos, básicamente por el apoyo universal a los adultos mayores.
Ahora bien, que nos dicen esos datos, en términos generales para el 2022 el promedio del ingreso corriente de cada hogar de forma trimestral fue de 63 mil 695 pesos, es decir de 21 mil 231.6 pesos mensuales, con ello el ingreso aumentó en un 11% con respecto al 2020, con relación al ingreso trimestral entre varones y mujeres, fue de 29 mil 285 pesos ($9,761.6 mensuales) y de 19 mil 81 pesos ($6,360.3 mensuales), respectivamente, haciendo énfasis que la brecha salarial entre varones y mujeres es en promedio de 13 mil 708 pesos trimestrales ($3,401.3 mensuales). Otro de los datos a resaltar es que los hogares que pertenecen al decil I representan el 2.1% del ingreso corriente mientras que los hogares pertenecientes al decil X concentra el 31.5%, que si bien en porcentajes la diferencia parece corta en cifras monetarias, es todo lo contrario. Al dividir los hogares por deciles de ingreso corriente total, los hogares del primer decil registraron un promedio trimestral de 13 mil 411 pesos, (2 mil 78 pesos más con respecto al 2020), lo que les permite un gasto de 66 pesos por receptor, mientras que los hogares del décimo decil su ingreso corriente en promedio fue de 200 mil 696 pesos (14 mil 498 pesos más con respecto al 2020, lo que implica 992 pesos diarios por receptor, es decir una diferencia de 187 mil 285 pesos en ingreso corriente -¿la desigualdad en su máxima expresión?- no obstante, se celebra el incremento del del 11% del decil I y el 18.3% para el decil II, siendo estos los de mayor crecimiento con respecto a los últimos dos años.
Para el caso del Estado de México, el ingreso corriente promedio trimestral fue de 57 mil 233 pesos (19 mil 77 pesos mensuales), posicionándonos en el lugar 22 sobre 32, es decir que con respecto a la media a nivel nacional resulta en una diferencia de 6 mil 462 pesos, a pesar de ser la entidad con mayor densidad poblacional del país, nos encontramos por de bajo de la media nacional, las entidades en el top 5 con mayor ingreso corriente por hogar fueron: Baja California Sur; Baja California; Ciudad de México; Nuevo León; y Chihuahua, por otro lado las entidades con menos ingreso son: Tlaxcala; Guerrero; Chiapas; Veracruz; y Puebla. Para el caso del gasto corriente, la entidad mexiquense registra un total de 34 mil 739 pesos.
Como se observa, el gran reto para el gobierno de Delfina Gómez será cambiar sustancialmente la vida de quienes menos tienen, pues las transferencias directas han mejorado más a las familias de mayores recursos que a los más pobres. Enorme dilema; hacer lo mismo que el gobierno federal, pero con un mejor diseño y en búsqueda de mejores resultados, ese es su reto mayor. No habrá cuarta transformación en el Estado de México, sin una mejor distribución de los ingresos, para los que menos tienen y más lo necesitan.
Referencias
INEGI. (2023). Resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2022. Ciudad de México, México: INEGI. Obtenido de https://www.inegi.org.mx/app/saladeprensa/noticia.html?id=8320
TAR