El conflicto de límites urbanos entre Atizapán y Jilotzingo conocida como parte de Espíritu Santo, se pretenden construir más de 20 mil viviendas; sin embargo, hay una suspensión sobre esa autorización, informó Pedro Rodríguez Villegas, presidente municipal de Atizapán.
Está en proceso de revisión por parte del Instituto de Investigación e Información Estadística y Catastral del Estado de México (IGECEM), se espera que la legislatura local pueda resolver este problema, porque perdería Atizapán un número importante de metros cuadrados.
Confío que progrese el trabajo ciudadano que hicieron varios vecinos de zona Esmeralda para frenar ese desarrollo, “esperemos que prospere y que se mantenga en ese estatus que impide ese desarrollo, que afectaría muchísimo”.
Rodríguez Villegas dijo, esa es una de las zonas que más afectaría en caso de que en un futuro llegarán a desarrollar esas miles de viviendas por allá, los vecinos tendrían que salir por Prado Largo, no tendrían otra vía para salir.
En el territorio en conflicto de Atizapán y Jilotzingo se construirían 20 mil viviendas
Esas 20 mil viviendas no son aparte de las 30 mil viviendas que se frenaron en Atizapán con el Plan de Desarrollo Urbano Municipal y esas están proyectadas allá y que gracias a los amparos, están suspendidas.
El problema de límites urbanos están el proceso con el IGECEM, se tiene que definir ese problema, dijo, “esperamos que la legislatura que está por venir pueda resolver este problema, porque perdería Atizapán un número importante de metros cuadrados”.
Por su parte Miguel Miramontes Lira, asesor jurídico de la Organización Amigos del Bosque comentó que, hace varios meses inspectores de la Comisión Estatal de Parques Naturales y de Fauna (Cepanaf), revisaron la documentación en la reserva Espíritu Santo, para proceder a la clausura de la obra, pero se percataron que los límites pertenecen al municipio de Atizapán.
Sin embargo, al parecer se autorizaron algunos permisos y licencias en el municipio de Jilotzingo.
Miramontes Lira destacó que en esos terrenos existe una ‘indefinición’, que tiene que ser atendida en la cámara de diputados local, porque en esa zona la población siempre ha votado y tiene su documentación en Jilotzingo; además, los pobladores tienen sus actas de nacimiento con la ubicación de Jilotzingo.
Pero, otros mapas oficiales federales determinan que ese punto de Espíritu Santo, donde se talaron los árboles, pertenece a Atizapán.
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Ambos municipios tendrán que acudir a la Cámara de Diputados local
Comentó además, que Jilotzingo se ha tardado en hacer esa aclaración en la Cámara local, por costumbre, porque esos límites en conflicto tendrán que resolverse ante la justicia federal.
La Secretaría del Medio Ambiente Recursos Naturales (Semarnat) es Federal y cuando ellos revisaron las coordenadas, se percataron de que era Atizapán.
Cuando las autoridades de Atizapán se presentaron al lugar en disputa, destacaron que esa obra no la autorizó el municipio.
Las autoridades de Jilotzingo se opusieron a la clausura, a punto de ser realizada por personal de Atizapán, argumentando que ‘es territorio de ellos’, sin embargo, de acuerdo a los mapas es territorio de Atizapán.
Comentó que Atizapán no había peleado esos límites, porque antes no valían mucho esos terrenos, pero ahora su valor se ha incrementado, al grado que se están construyendo varios edificios y está cerca de La zona Esmeralda, está a mil metros de Chiluca.
Destacó Miramontes Lira que existe un lío, porque sí Jilotzingo autorizó, técnicamente y de acuerdo a los mapas, incurrió en una irresponsabilidad, porque autorizó técnicamente según las coordenadas en un terreno de Atizapán.
Para solucionar tal conflicto, ambos municipios tendrán que acudir a la Cámara de Diputados local, para que se establezca si es suficiente la costumbre de considerar que es Jilotzingo, finalizó.
TAR