Sólo en el Estado de México, a un año de la pandemia se ha registrado el cierre definitivo de 12 mil unidades económicas y pérdidas por 40 mil millones de pesos a lo largo de 2020, por lo que este es el golpe más duro que la industria ha sufrido en décadas y la limitación de actividades más prolongada de la que se tenga registro, por lo que se requieren apoyos gubernamentales para reactivar urgentemente al sector.
Así lo dijo Mauricio Massud Martínez, Presidente de la Cámara de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados en el Estado de México (Canirac), quien explicó que la afectación de empleos también fue muy significativa pues fueron 400 mil plazas las que se perdieron en este sector a nivel nacional y 50 mil de esta entidad; si embargo, estas cifras siguen creciendo, siendo los más perjudicados los colaboradores.
Con los cierres de establecimientos que se dieron el año pasado debido a los semáforos epidemiológicos rojos, desaparecieron más del 20 por ciento de restaurantes a nivel nacional; de darse un tercer cierre desaparecería el 50 por ciento. Los más afectados han sido los pequeños que no tienen acceso a financiamiento y operan bajo permanente incertidumbre ante la aplicación de más restricciones.
Aseguró es necesario crear acuerdos entre los distintos sectores sociales y reactivar a esta industria a fin de recuperar los 5.6 millones de empleos directos e indirectos que creaba antes de la crisis de salud, y se requiere del apoyo decidido de los tres niveles de gobierno, generando las condiciones que garanticen el resurgimiento de negocios por medio de incentivos fiscales; respaldo financiero para la obtención de créditos; promover la simplificación administrativa, evitando la sobrerregulación; así como el acceso a vacunas para los colaboradores, acelerando las campañas de vacunación, a fin de brindar mayor confianza en los clientes.
“En la entidad hemos perdido a colaboradores valiosos, a personal preparado, a trabajadores comprometidos y capacitados, más de 50 mil personas perdieron su fuente de empleo y en muchos de los casos su patrimonio al ser empresas familiares que generaban empleos y riqueza en lo local; el llamado a promover la reactivación tiene que ver con toda la cadena productiva que involucra a miles de productores locales que están detrás de cada restaurante. Basta recordar que antes de esta crisis sanitaria, en un año, la industria restaurantera compraba 100 mil millones de pesos de insumos a productores nacionales; 56 por ciento venían directamente del campo”.
El líder empresarial aseguró que la Canirac tiene claro que para comenzar la reconstrucción de México es fundamental reactivar al sector restaurantero, por lo que espera que las autoridades atiendan el llamado y se pueda implementar una estrategia acorde a los desafíos que hoy se enfrentan.
“La urgencia de reactivar este sector también tiene que ver con la posibilidad de que algunos establecimientos de los que ya cerraron puedan reabrir… y mientras tanto reiteramos nuestro compromiso de seguir reforzando las medidas de higiene en los establecimientos, promoviendo espacios seguros para clientes, colaboradores y proveedores”.
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