Con 23 años, Jimena “Guerrera” Morales Hernández hará su debut profesional en las artes marciales mixtas el próximo 20 de octubre en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, lo que representa el comienzo en un nuevo camino, pero a la vez, la recompensa por el esfuerzo, dedicación y talento de quien ha equilibrado su vida de trabajo en la Central de Abasto con la de madre y, ahora, deportista profesional.
Jimena creció en medio del folclore y el ambiente de la Central de Abasto de Toluca, hija de padres comerciantes, desde pequeña normalizó el trabajo y la disciplina, pues a las 5:00 horas ya se trabaja en el lugar.
“Desde chiquita traigo eso de trabajar, siento que tuve una niñez muy buena, siempre me gustó ir a la central, me gusta lo que hago, no es mi pasión, pero me gusta, me gusta el ambiente, hay gente que no se acopla a ese ambiente, pero yo sí lo hice muy bien.
“Aquí hay gente que me conoce desde que era una niña, hay gente que conozco desde hace años, aunque la mayoría de la gente pensaba que me llamaba Alejandra, como mi mamá y me decían Alejandrita”, recordó Jimena.
Entre risas y juegos por los pasillos del que se ha convertido en su segundo hogar, encontró las bases del esfuerzo y dedicación que, quizá sin saberlo, le rendirían frutos en el futuro en la búsqueda de sus sueños y objetivos.
“Yo creo que sí me ha servido porque hay mucha gente que no está acostumbrada a trabajar pesado, entonces van a entrenar fuerte y nos les gusta y empiezan con – no, es que yo no puedo- conozco muchas chicas que no les gusta que las toques mucho y yo desde pequeña estuve en el trabajo rudo, que levantarse temprano, llevar, hacer, creo que sí me ayudó”.
Jimena “Guerrera” Hernández, una peleadora por sus sueños
Su primera experiencia en deporte de puños llegó en la adolescencia cuando recibió la invitación para entrenar boxeo, fue “debut y despedida”, pues, aunque un entrenamiento bastó para que le hablaran de su potencial, también fue suficiente para que se negara, pues no quería terminar con moretones. Hoy reconoce la ironía de aquella experiencia.
“Fíjate que a mí me gustaba mucho correr, pero ahora se me hace chistoso que antes de las artes marciales, cuando yo tenía como 12 años había una amiguita que a su abuelito le gustaba el boxeo y me decía que fuera a practicar a donde él iba.
“Te digo que es algo chistoso porque en una ocasión fui y me dijeron – se te da bien, deberías venir más seguido para que te metamos a pelear– y yo decía que no quería andar toda amoratada que como iban a creer y como estaba niña era algo que no me llamaba la atención y mira ahora”, dijo la peleadora.
Fue hasta los 18 años que volvió a ponerse los guantes, esta vez los de MMA, ese mismo año hizo su primera pelea amateur; estaría de más decir que de la noche a la mañana, porque no tuvo tanto tiempo. Un día, por la mañana, le avisaron que había un lugar disponible ante una rival que se había preparado para una lucha internacional y por la noche estaba consiguiendo su primera victoria.
“A los 18 años lo comencé a hacer por hobby, en la tarde no hacía nada, se metió primero mi hermanito, entonces mi mamá me dijo que si quería ir al gimnasio y le dije que sí. Me empezó a gustar primero por hobby, después me empezaron a platicar de las peleas y me llamó la atención.
“Tuve mi primera pelea y me gustó muchísimo la sensación, pero me ofrecieron una pelea así de – ¡oye! Hay pelea en la noche, ¿cuánto pesas?, ¡vamos! – era hasta Atizapán de Zaragoza, le pregunté a mi mamá y me dijo que me llevaba, yo sin preparación y la gané”, recordó.
Maternidad
Con 16 años cambió la vida de Jimena, pues se convirtió en madre, una alegría en su vida que le motivó y forjó una fuerte mentalidad para ir hacia delante y valorar su entorno, pues, aunque es dedicada como madre también reconoce que es gracias a su familia que ha podido desarrollar todas sus facetas.
“Cuando nació mi bebé la verdad no se me complicaba mucho, porque yo duré como tres años sin trabajar, pero ya ahora si es un poco más complicado, es la escuela, checar los uniformes, las juntas, pero en esa parte me ayuda mucho que mi familia me apoya, tanto mi mamá como mi esposo.
“Son días complicados porque los tiempos están muy apretados para las actividades de todos, más ahorita que se acerca la pelea, pero a él le encanta que pelee, luego hasta le da risa cuando me ve en sparring”, compartió.
La oferta de su debut se la “cantaron” desde inicios de año; sin embargo, no se sentía lista para asumir el reto, fue su coach el que la convenció y con quien compartirá cartelera, lo que también representa un orgullo y un sueño para ella, confesó.
“El debut ya me lo habían ofrecido, pero yo pensaba hacer otras peleas más, hice una pelea amateur y resultó que esta estaba cerca, mi coach me dijo que debería tomarla y la verdad fue un momento en que pensé que es ahora o nunca. La pelea quedó en 120 libras.
“La verdad es que la preparación es diferente, de entrada, aquí ya no hay protección, ya no hay espinilleras, ya es con rodillas y codo y sobre todo la exigencia con el peso, porque en amateur si te pasas un poquito como que no tienen tanto problema, pero aquí hay una multa”, explicó.
“Para ganar a veces también hay que perder”, una frase más de una vez se escucha en el coloquial mexicano, pero que la también apodada “Guerrera” llevó a la acción, pues en algún momento de su vida optó por perseguir el sueño deportivo y dejar de lado el hacer una carrera universitaria. Hoy su título profesional es el debut.
“Son 5 años que entreno y en algún momento mis papás me decían que me metiera a estudiar una carrera, pero si estudiaba, como ya tenía mi bebé, ya no iba a poder entrenar. Ahora ya vamos a debutar como profesionales, han pasado muchas cosas, muchos cambios y es algo que yo lo veo así, que, aunque no tengo una carrera también invertí mi tiempo y ahora aquí está la recompensa y no me arrepiento porque hago lo que me gusta”, compartió la peleadora.
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“Hay tiempo para todo”
La filosofía de Jimena es clara, “hay tiempo para todo”, y con esa mentalidad afronta el día a día para poner el esfuerzo necesario que requiere ser atleta, madre y comerciante.
“Yo creo que siempre hay tiempo y tienes tiempo para ver; por ejemplo, una película, tienes tiempo para ver lo que te gusta. Si hoy tuviste dos horas para ver una película porque mañana no vas a tener dos horas para enfocarte en lo que quieres, esa es mi mentalidad y creo que puedes invertir tu tiempo y en el caso del deporte, el que sea, puedes encontrar una gratificación muy grande”, concluyó.
La peleadora sabe que el compromiso del próximo 20 de octubre es un nuevo comienzo en el que el objetivo está en mejorar a cada paso que dé, probándose con mejores rivales y en escenarios más grandes. El sueño es poder llegar a la UFC, aunque enfatizó en que su compromiso es superarse a ella misma a cada momento y dejó claro que el motor también lo encuentra en su familia y su hijo.
TAR