¿Juego limpio?

Prepárate para la batalla,

no hay campo más peligroso

que el del fragor del sueño

de la posibilidad del amor.

Prepárate para exponerte incierta

del resultado de la lucha,

de la intención del otro

que antes amigo,

ha de convertirse en contrincante.

Lleva tus ojos sonrientes

recuerda enjugarlos suavemente

en destellos de luna llena.

Llénalos de belleza.

Languidece, languidece,

Ebria de ti, llena del goce por existir,

hoy es el día,

hoy hemos de arriesgarlo todo

a cara o cruz, en ruleta rusa

sin temor a la derrota.

Vamos a venderlo todo,

a rentarlo todo, a exhibirlo todo,

a entregarlo todo, a apostarlo todo, 

a perderlo todo, absolutamente todo

todo, todo, todo,

menos el alma…

CUEVAS, Ramos Paloma 

Mujer en voz alta

México, 2021, 48 páginas

A NOSOTRAS se nos exige TODO.

Porque se sabe que cuando las mujeres nos involucramos en lo que quiera que hagamos, TODO es lo MÍNIMO que entregamos…

Siempre hay alguien que se cree con el derecho de cuestionarnos, ¡CÓMO VIVIMOS? ¿QUÉ HACEMOS? Y ¿POR QUÉ LO HACEMOS?

Nos toca definir si eso nos importa o no, y una vez que lo decidimos si la respuesta es NO, NO ME IMPORTA, pues ¡AL CARAJO, eso – lo que sea – no va a robarme la PAZ…

PERO – sí así con unas MAYÚSCULAS DESGRACIADAS – si la respuesta es SÍ, SÍ ME IMPORTA, es la RAZÓN de mi VIDA , para esto nací, es mi PASIÓN y por lo que VIVIRÍA y MORIRÍA, sin pensarlo un segundo, entonces hay que PERDERLO TODO, iniciando con el MIEDO, la INCOMODIDAD y EL ESTÚPIDO QUÉ DIRÁN, entonces una vez que hemos hecho EL ESPACIO, que extendemos las alas, que sentimos el dulce frío del viento en la cara, cuando nos liberamos para vivir nuestros sueños comenzamos a GANAR…

Alguna vez en De amputaciones necesarias escribí: “uno aprende a respetar las decisiones de cada quien y a alejarse de aquellos que por su conducta no deben merecer espacio alguno en nuestras vidas.

¿Duele? Tal vez al principio, pero uno se da cuenta de que ha sido capaz de vivir sin conocerlos, así que su ausencia puede significar lo mismo que la amputación de un barro, molestia momentánea, dolor mínimo y tal vez necesario y recuperación total. Uno se amputa lo que sobra, lo que estorba, lo que no aporta… 

Vale más vivir incompleto.”

Todo lo anterior para contarles sobre la señora película “Fair Play” que tuve el gusto de ver la semana pasada. Con un escandaloso debut en enero en el Festival de Sundance que llevó a la costosa adquisición que la plataforma de streaming Netflix realizó de la opera prima de Chloe Domont. Una relación secreta de un par de jóvenes que trabajan en una de esas acaudaladas compañías de especuladoras en la bolsa de valores, cuyo trabajo es ser analistas de fondos y cuya apasionada relación, – a punto del matrimonio – se va al demonio cuando la promoción que esperaban queda del lado opuesto al patriarcado.

A partir de ahí el desarrollo de los eventos nos demuestra dos cosas, para ganar a veces hay que perderlo  todo. Y debe llegar un momento en que sepamos donde parar a riesgo de destrozarnos y perdernos en el intento.

La excelente selección de los actores para representar a los personajes, el darles la vuelta de los roles  que normalmente han representado y el no jugar a los lugarcitos comunes hace de “Fair Play” una apuesta segura para mantenernos al borde de los asientos sin ser una película de acción con tipos llenos de músculos, con algunos diálogos muy inteligentes y en una intensidad de tensión completa.

Disfruten…

De nada.

Comentarios, quejas y sugerencias en: culturadentro@gmail.com

@PalomaCuevasR

TAR