El arte es una herramienta social, no sólo expresa el sentir del artista, sino lo que percibo como ciudadano en el entorno social, por ahí va mi expresión en la pintura, señala Asdrúbal Max Morales García, pintor toluqueño que ha destacado en los últimos años con exposiciones en varias galerías y centros culturales.
Asdrúbal empezó a incursionar en el mundo de la pintura a través del dibujo a muy temprana edad, “tendría yo como unos cuatro o cinco años cuando empecé a experimentar en el proceso del dibujo y de ahí derivó mi gusto por la pintura”.
El arte es una herramienta social
“A los 17 años fui discípulo del gran maestro acuarelista Luis Nishizawa Flores y allí aprendí grandes cosas en el manejo de las sombras para la acuarela. Sin embargo, con el tiempo me gustó más el óleo por las cualidades del material, las tonalidades que puedes obtener, el manejo en el secado, los emplastes y los degradados; es una técnica muy versátil que te permite expresarte libremente”, señala el pintor.
Explica que ya lleva varios años exponiendo en festivales culturales de todo el país, como en este momento sucede en el Festival Quimera de Metepec, donde expone parte de su obra en una galería de la cabecera municipal.
“También he participado en exposiciones en la Casa de las diligencias, en la Galería Agua Fuerte de la Ciudad de México; en los Centros Regionales de Cultura de Lerma, de Tenancingo, Nezahualcóyotl y en 2006 me tocó exponer en una ciudad de Alemania”.
Dice que en sus inicios le llamó la atención el dibujo y quería representar en el papel todo lo que observaba, tenía una tendencia hacía el cómic y descubrió que tenía una fascinación por el dibujo anatómico y entonces se puso a estudiar la anatomía para plasmarla en sus obras.
Me gusta pintar animales complejos y la anatomía de los indescifrables, la mezcla de cuerpos, huesos, músculos, todo va en conjunto hasta que adquiere armonía.
En 2006 empezó a estudiar esoterismo y ahí descubrió la parte gráfica, o mística se podría decir del simbolismo, de la semiótica, lo que le permitió enriquecer su trabajo y darle un toque de misticismo, una interpretación simbólica de la cultura, de las religiones, toda esa parte que no podemos percibir, sino a través de lo espiritual.
Asdrúbal Max Morales García
También se dedicó durante un tiempo a la restauración de iglesias y entonces tuvo un acercamiento importante a la iconografía religiosa. “Estuve trabajando en varios municipios del sur del estado; en ese periodo de mi vida aprendí bastante de la técnica de la restauración de la escultura y de la pintura”.
“Retomado la pintura, he tenido procesos que he dejado en pausa, incursioné en el tatuaje, pero luego me dediqué a crear, buscando espacios más formales para exponer mi obra como galerías y también me dediqué a la producción”.
Esa es otra parte del circuito, la difusión y venta del trabajo, que te permite seguir produciendo, que te permite crear y básicamente es eso, porque para pintar de manera profesional debes tener mucha constancia, disciplina, porque el arte es un oficio en donde debes continuar aprendiendo de manera constante y no hay que confundir la bohemia, que es la parte emocional del entorno de los artistas, todos esa tenemos esa dosis de hipersensibilidad para percibir emocionalmente el entorno y transformarlo en una disciplina, porque si no hay orden y constancia, el proceso creativo no se concreta, señala.
Finalmente, señala que en el país hace falta mucho apoyo a los creadores de arte y aunque hay algunas becas, no son suficientes para apoyar a quienes van empezando.
Asdrúbal Max Morales García es licenciado en diseño gráfico por el Instituto Universitario del Estado de México (IUEM).
Maestro en diseño por la Universidad Autónoma del Estado de México. Ha expuesto su obra en diversos espacios culturales nacionales e internacionales, entre ellos: Katholosche Hochschulgemeind Gissen, Alemania, con la muestra “Anatomía de lo indescriptible”.
Participó en exposiciones individuales y colectivas en el marco del Festival Internacional de Arte y Cultura Quimera (varias ediciones). Asimismo, su obra se ha exhibido en el Foro Cultural Lumbrales, Casa de Cultura de Lerma, Casa de las Diligencias, entre otros espacios.
Ha restaurado diversas obras sacras y de valor histórico, tales como el mural de Michoacán que se ubica en el Tecnológico Regional de Zitácuaro. Diseñó el cartel del Festival Internacional de
Arte y Cultura Quimera (2007); Ha participado en la ilustración y portada de varios libros entre ellos: la serie vademécum de Miguel Ángel Morales Mayoral, Ética y humanismo de David Campuzano Loza.
Asimismo, realizó ilustraciones de portada e interiores de la revista universitaria La colmena (núm. 33, abril del 2002 y núm. 98, abril de 2018) y de la revista Castálida del Instituto Mexiquense de Cultura (núm. 2.). Ilustración de portada y viñetas del interior en la publicación de estudios territoriales Viñetas Quivera, de la Universidad Autónoma del Estado de México (año 3, núm. 6, 2002). Realizó los murales del centro toluqueño de escritores (2016) y el conmemorativo por el 50 aniversario de la logia Acción Masónica (2017).
SPM