La nostalgia y tristeza permeó en el regreso a clases presenciales en Texcapilla, Texcaltitlán, porque el pase de lista en las aulas no fue el mismo al ya no estar todos; y el miedo es latente pues el enfrentamiento a la delincuencia sigue en la memoria de algunos estudiantes que sí escucharon todos los hechos del 8 de diciembre.
De acuerdo a la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTI) en esta localidad como el resto de Texcaltitlán y Coatepec Harinas, faltaron tres de cada 10 estudiantes.
Desde muy temprano, los planteles del kínder, primaria, secundaria y preparatoria abrieron sus puertas, pero no para que los uniformados salieran a su guardia y patrullajes de los últimos 31 días, sino para que los estudiantes entraran para su formación.
Texcaltitlán: Retorna Texcapilla clases
Una estudiante de preparatoria, quien cumplirá en breve 18 años, conoció anticipadamente que cinco de sus amigos ya no asistirán a clases, aunque es muy sociable, lamentó que ya nada será igual. No obstante, ella prefiere las clases presenciales, porque así aprende más.
“Ya no se sentirá esa misma confianza, ya no será igual de que por qué no vinieron, porque ya se fueron a otros lugares (municipios), pues si te da tentación de cómo están ellos”, manifestó.
La joven aún tiene presente los sonidos de las balas del 8 de diciembre, día en que la comunidad de Texcapilla, y en legítima defensa, se enfrentaron a la delincuencia organizada que los extorsiona desde hace siete años y en los últimos dos años liderados por Rigoberto “El Payaso”, que dejó 14 muertos, siete lesionados y posteriormente 14 desaparecidos.
Era la hora del receso y en un primer momento pensaron que los impactos eran cohetes, pero al ser más fuertes y en repetidas ocasiones, supieron que era otra cosa y corrieron a resguardarse por dos horas, para posteriormente irse a casa por un mes.
“Empezamos a escuchar como balazos, porque estaban primero los cohetes en la Iglesia, y dijimos esos cohetes truenan como feo, pero ahí seguíamos estaba sentada con otras dos compañeras y cuando escuchamos más recio y seguidos nos quedamos: esos ya no son cohetes”, narró.
Y añadió “todos corrimos, una corredera, pero luego nos metieron y no nos dejaron salir como una o dos horas, hasta que se calmó todo y ya nos dejaron salir, pero todos directo a casa”.
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La presencia del crimen organizado no era ajena para los estudiantes
La presencia del crimen organizado ya no era ajena para los estudiantes, quienes los veían desde las escuelas, aunque seguían con sus actividades.
Esta situación era alertada por los maestros en ocasiones, compartió una madre de tres estudiantes, por lo que pidió a las autoridades del estado, seguir con la protección a la población, pero sobre todo a los estudiantes.
Ella vio como necesario que exista apoyo psicológico a toda la comunidad escolar y de Texcapilla.
“Desde antes ya decían ya vienen, ya vienen, va haber enfrentamientos, qué hacían los maestros, pues avisarnos, unos corrían como podían, unos que tienen carro, pero yo que no tengo y estoy solita con mis cuatro niños, mi esposo salió a trabajar fuera, yo qué hago con mi bebé de tres años”, expresó.
El retorno a clases presenciales de mil estudiantes no sólo en Texcapilla, sino en Coatepec Harinas, se dio bajo la vigilancia permanente de las Fuerzas federales, así como de la Secretaría de Seguridad (SS).
TAR