Chimalhuacán: Claman justicia para víctima de feminicidio. “…le dije al cuerpo de mi hija: no te preocupes mi amor vete tranquila que yo me hago cargo de tus hijos”.
Esas fueron las últimas palabras de Adriana, madre de Teresita de Jesús, cuando la encontró sin vida, con huellas de estrangulamiento, en un sofá de la casa donde vivía con José Antonio N, padre de sus dos hijos, hoy procesado por el presunto delito de feminicidio.
Entre lágrimas Adriana recuerda que el 22 de enero de 2023 el pequeño Dylan, quien entonces sólo tenía seis años y su hermanita Regina, de apenas un año y cinco meses de edad, permanecieron más de cuatro horas junto al cuerpo de su madre.
“Dice el niño que empezaron a discutir muy fuerte y que él la empezó a jalonear (…) que su papá no sé qué le hizo en la cocina y que la llevó arrastrando hasta el sillón, que él fue el que colocó el cuerpo en el sillón y que le dice: no vayan a despertar a su mamá, voy al trabajo y ahorita regreso (…) le digo Dylan y tú mamá despertó? Y me dice: no ya nunca despertó”, relata Adriana.
Chimalhuacán: Claman justicia para víctima de feminicidio
Mientras su abuelita expone la tragedia de esta familia de Chimalhuacán la pequeña Regina, quien hoy esta por cumplir tres años de edad juguetea a su lado y reacciona al ver el retrato de su madre: “mamá, mamá”, exclama mientras señala con el pequeño dedo índice la fotografía de Teresita de Jesús.
“Eran aproximadamente las cuatro de la tarde cuando viene mi yerno a tocarme la puerta y me dice que mi hija está desmayada por lo cual yo salgo corriendo a su domicilio y la veo en un sillón recostada entonces le tocó sus manos y la notó muy fría y le digo no te hagas tonto ella está muerta”.
Vecinos refieren que por la noches escuchaban gritos y discusiones de la pareja, que vivía junto con sus dos hijos en una vivienda que rentaban enfrente de la casa de la mamá de Teresita en el barrio Transportistas.
“Vecinos que no quieren declarar le contaron a mi otra hija que en la noche Teresita me gritaba, que pedía auxilio pero no la escuché, si la hubiera escuchado la hubiera rescatado y estaría viva, pero no la escuché”, lamenta Adriana en medio del llanto.
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Yo lo único que pido es justicia
Pero toma aire, recupera el aliento y prosigue: “Yo lo único que pido es justicia, justicia para mis nietos y para mi hija, ella era muy joven, tenía una vida por delante (…) y sí le hago un llamado a las autoridades sobre todo a l maestra Delfina (…) ella dijo que iba a ver todo por los feminicidas le pido en específico que pongan atención en el caso de mi hija que la muerte de mi hija no quede impune”, asevera.
Hasta ahora, Adriana, aún con una lesión en la pierna, cumple su promesa al brindarles un techo, alimento, educación y, sobre todo, mucho amor a sus pequeños nietos.
Y espera que el próximo primero de febrero, durante la última audiencia del caso de Teresita de Jesús, el juez aplique la pena máxima de 60 años de prisión para el delito de feminicidio al presunto agresor, cuya familia hace lo posible para que Juan Antonio N salga en libertad.
TAR