El mes pasado, el INEGI dio a conocer los resultados del Censo Nacional de Gobiernos Municipales y Demarcaciones Territoriales de la Ciudad de México 2023, realizado a las autoridades locales con relación a varios temas, como la prestación de los servicios de agua potable y saneamiento, veamos algunas cifras que llaman la atención.
En primer lugar está la disponibilidad del servicio de agua de la red pública; desde 2010 a la fecha ha habido un incremento, pero no como deseamos, sólo 42 nuevos municipios se han sumado, pero también los que no cuentan con el servicio ha aumentado en 6 municipios; en 2010 México contaba con 2,425 municipios y/o demarcaciones territoriales, en 2022 ya eran 2,475, es decir, 50 municipios más, por lo que la fragmentación en la prestación de los servicios se ha incrementado.
El número de prestadores del servicio que cuenta con distribución de agua en pipas es de 765, mientras que en 2021 eran 724, esto quiere decir que más organismos o responsables se han visto en la necesidad de recurrir a esta forma no deseable de prestar el servicio. Las viviendas beneficiadas con pipas son 1.3 millones; el mismo número que en 2021; donde hay cambios es en los porcentajes de las razones, la principal, es debido a desperfectos en la red de agua, aunque esta cifra disminuyó en 2023 respecto a 2021, el dato que reafirma la preocupación de muchos es que los que manifestaron como razón las variaciones estacionales se incrementó en 54,937 viviendas en el país.
El personal ocupado en los prestadores de los servicios ha pasado de 95,579 trabajadores a 113,579, el mayor incremento se ha presentado en los puestos gerenciales y directivos en un 39%, seguido de los puestos técnicos y operativos con un 24%, mientras que los puestos administrativos y contables han tenido un incremento marginal. Una buena noticia es que la participación de las mujeres en puestos directivos ha pasado de 21.15% en 2021, a 23% en 2023, aún los porcentajes distan de ser igualitarios pero el camino es el correcto.
Las obras de toma se han incrementado en 1,785 en dos años, el dato que llama la atención es el porcentaje tan bajo de tomas que pasan por un proceso de potabilización, sólo 967 tomas (3.86%), el resto se distribuye sin este proceso, aunque lo que sigue prevaleciendo es la desinfección con cloro gas e hipoclorito de sodio, que no remueven otros materiales y contaminantes; otro dato que preocupa es la macromedición, elemento indispensable para una correcta gestión del agua; en 2021 y 2023, el 37% de las tomas cuentan con un macromedidor funcionando, pero debido a que el número de tomas se ha incrementado el número absoluto es 43%.
De las 639 plantas de potabilización en el país, sólo están en operación 517, llama la atención que en 2021 se indicaba existían 652 plantas, es decir, el número bajó; de los 2,451 municipios y demarcaciones con servicios, sí facturan 1,931 (el 79%), los que cuentan con servicio de drenaje y alcantarillado con 1,989, mientras que sólo 874 cuentan con tratamiento de aguas residuales.
Existe información que desgraciadamente no se ha actualizado en 2023, y otra información que se agrega, esta es una limitación al seguimiento de información importante que se obtenía en censos pasados, lo importante de éste instrumento es que es censo, no encuesta.
DB