Gabriel Corona Armenta

INE, nuevamente sometido por el gobierno mexiquense

El viernes pasado el Instituto Nacional Electoral (INE) tomó una decisión crucial para la vida política de nuestra entidad: declaró desierto el concurso para ocupar la presidencia del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM).

La razón aparente fue la falta de consensos al interior de su consejo general para lograr la mayoría calificada de ocho de once votos. La razón real es que, una vez más, el INE no soportó las presiones que desde el gobierno mexiquense se ejercieron para evitar que alguien independiente ocupe ese cargo.

A pesar de que una de las razones de la reforma electoral de 2014 fue eliminar la influencia de los gobernadores en la designación de las consejerías de los Organismos Públicos Locales Electorales, esta injerencia no se ha terminado, al menos no en el estado de México.

El gobierno estatal y el PRI lograron imponer a la mayoría de sus integrantes en 2014, 2017 y 2020. Pero como no pudieron imponer a la nueva consejera presidenta en 2021, entonces operaron para que no hubiera ganadora en el mencionado concurso.

El INE cometió errores de principio a fin. A diferencia de otras entidades donde hizo convocatorias para ambos géneros, en el Estado de México lanzó la primera convocatoria solo para mujeres. El argumento fue aplicar la alternancia de género para sustituir a Pedro Zamudio. Sin embargo, no fue congruente en el criterio.

Valgan dos ejemplos: aunque en 2014 se designó un consejero presidente en Chihuahua, la convocatoria de 2021 fue para los dos géneros y fue nombrado otro hombre; en Morelos fue designada una consejera presidenta en 2014 y el viernes 16 otra vez se nombró una mujer para el cargo.

Además, con una integración actual de cinco mujeres y un hombre en el consejo general del IEEM, una convocatoria abierta a los dos géneros hubiera abierto la posibilidad de nombrar un consejero presidente, de ser necesario, sin romper la paridad de género. Pero por razones desconocidas emitieron una convocatoria que lo impidió.

Aunque inicialmente se inscribieron 34 mujeres para ocupar el cargo, la lista se fue depurando después del examen de conocimientos y del ensayo, hasta llegar a 11. Al gobierno estatal y al PRI se les agotaron las opciones para la presidencia del IEEM.

Este hecho se agravó en las entrevistas, pues algunas de sus más cercanas fueron mal evaluadas. Por esta razón, la última semana hubo intensos cabildeos de parte del gobierno estatal y del IEEM para sondear entre las finalistas, Vanessa González y Gloria Morales, quién garantizaba mejor sus intereses.

En esas negociaciones intervinieron incluso el secretario ejecutivo del IEEM, el gobernador del estado y el consejero presidente del INE, quienes al final apostaron por la segunda, pero sin que pudieran obtener los votos necesarios para su designación.

Al no conseguirlo, aplicaron el Plan B: declarar desierto el concurso para que Daniella Durán, actual presidenta provisional, que ya ha probado su lealtad al sistema, se mantenga en el cargo hasta después de la jornada electoral del 6 de junio.

Con esta decisión, los ganadores son el gobierno estatal y el PRI, quienes mantienen el control de la presidencia y de la secretaría ejecutiva del IEEM, sus brazos político y operativo. Igual que en 2017 con el PREP casilla, el INE nuevamente fue sometido por el poderoso gobierno mexiquense. Así, este último mantiene el control del aparato electoral, con miras al 2023, cuando nuevamente se disputará la gubernatura.

ASME


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