Entre el dolor y la rabia

Por Juan Corona

En México, el movimiento feminista aún no es homogéneo, pues hace falta crear una estructura que genere una agenda sólida, aseguró Marta Lamas, autora del libro “Dolor y Política”.

La activista destacó que los colectivos tendrían que arreglar sus diferencias para alcanzar sus objetivos, aunque lo que los une son la lucha contra las injusticias, la violencia de género y los feminicidios, entre otras problemáticas. 

En entrevista con La Jornada Estado de México, la escritora comentó que las víctimas también se topan con fallas en algunas instituciones dedicadas a la procuración e impartición de justicia.

“Aquí la injusticia es que hay mucha impunidad con respecto a la violencia (contra las mujeres), hay un deficiente sistema de justicia.

“No se hacen bien las investigaciones porque cuando una chica desaparece la Policía dice: ‘a lo mejor se fue con el novio, espérese unos días’. Entonces todo eso provoca una rabia acumulada de las mujeres”, explicó la escritora.

El origen del libro

Desde el año pasado, Lamas decidió que era momento de fijar su postura sobre el tema, así que escribió su más reciente obra, pero lo hizo por el encierro derivado de la pandemia por el Covid-19 y una marcha feminista.

“Es producto (el libro) de la pandemia. La marcha del 8 de marzo (del 2020) me impresionó; luego mi hijo se enfermó y estuve con él del 4 al 15 de abril en el hospital. Sentí que me iba a dar Covid y que me iba a morir; hice mi testamento y tenía que dejar clara mi posición sobre ciertos temas del feminismo.

“Es una posición que he ido construyendo a lo largo del tiempo, tengo diferencias con algunas compañeras feministas y por qué no podemos con nuestras diferencias los distintos feminismos, debemos construir una articulación que permita avanzar más la agenda feminista”, comentó.

El movimiento y los medios

Lamas explicó que el feminismo está conformado por un movimiento y un pensamiento político, los cuales tratan de que no se vuelvan causas de desigualdad social, económica y política entre hombres y mujeres.

La activista, de 73 años, criticó la cobertura que hacen algunos medios de comunicación, pues sólo captan un momento de las manifestaciones, sobre todo cuando hay violencia.

“¿Por qué los medios empiezan a ocuparse del feminismo en México?, bueno es cuando las jóvenes van y le tiran diamantina roja al jefe de Policía.

“Pero las manifestaciones anteriores, que tenían las mismas demandas, no fueron escuchadas, porque eran tranquilas. Esas cosas tienen que ver con una desesperación, porque no les están haciendo caso y viven una injusticia”, apuntó.

La nueva generación

Agregó que actualmente existe una nueva generación del feminismo a nivel mundial, el cual está conectado a través de las redes sociales.

“Si bien me emociona la politización de miles de jóvenes que se han desplegado, como nunca antes, sus anhelos y denuncias con dolor y rabia, me inquieta que sus expresiones sean criminalizadas sin ningún intento de comprenderlas.

“Y me preocupa que estas protestas legitimas y dolidas pierdan eficacia política, que puedan resultar contraproducentes o que no logren articularse ni generar alianzas que las fortalezcan”, escribió Lamas en su libro.

Distintas visiones del movimiento

Otro aspecto que la activista destacó en su obra fue la visión que existe entre las feministas estadounidenses y europeas respecto a las latinoamericanas.

Las primeras centran la “violencia sexual” al ámbito del “acoso y violación”, pero en América Latina además se toman en cuenta los feminicidios y el derecho al aborto, entre otros conceptos.

“Cuando las europeas o las gringas dicen que luchan contra la violencia, no están luchando contra lo que nosotras estamos luchando, acá luchamos contra los feminicidios, el nivel de violencia que hay en América Latina es muy distinto”, reflexionó la doctora en antropología.

El momento clave

Un punto importante para el movimiento se dio en 2015, explicó la especialista de del Centro de Investigaciones y Estudios de Género de la UNAM, pues fueron las movilizaciones por los asesinatos de 43 personas en Ayotzinapa, Guerrero.

“Cuando es la marcha al año de lo que pasó en Ayotzinapa, por los 43, ahí una escritora feminista joven que se llama Dalia de la Sierra, escribe ese texto maravilloso que se llama ‘Yo no soy Ayotzinapa’”, comentó.

“Ella nos dice: ‘¿porque ustedes son capaces de salir cientos de miles por 43 y no salen, pero ni la quinta parte, por las mujeres (asesinadas) en Ecatepec (Estado de México)’; para mí, ese texto es el arranque de la rabia feminista, después en 2016 se da la ‘primavera violeta’ y a partir de ahí cada año se hacen marchas y se muestra el dolor y la indignación de las mujeres”.

Grupos anarquistas

Lamas mencionó que hay dos fechas relevantes en el movimiento: el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, y el 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, pues siempre hay manifestaciones, aunque los grupos anarquistas se infiltran.

“Desde hace más de 10 años los grupos anarquistas se están metiendo en todas las marchas. Una cosa es que chavas, como las estudiantes de Filosofía y Letras, que a lo mejor van vestidas de negro con capuchas, pero que se han sentado con las autoridades, con un pliego petitorio e ir negociando cosas y ganar cosas.

“Y otra cosa son los grupos del Bloque Negro en la Ciudad de México, que traen la consigna de vamos a provocar y a romper. Es complicado el pensar en manifestarte porque se van a colar esos grupos”, destacó.

Activista, feminista y observadora

Con la trayectoria que lleva en estos temas, aseguró Lamas, tiene la oportunidad de fijar su postura sobre un tema que en su obra más reciente le permite hacer sobre las trabajadoras sexuales.

“Es una postura que no comparten muchas feministas, ahí tenemos diferencias. Ellas creen que hay que acabar con el comercio sexual y yo creo que hay que defender los derechos de las trabajadoras.

“Si se trabaja con el cuerpo y que mientras sea autónomo y no estén forzadas, pues que hay que apoyarlas”, concluyó la académica.

Cifras

969 feminicidios se registraron en México durante 2020, según autoridades federales

2 asesinatos de mujeres en promedio diario por violencia de género el año pasado

966 feminicidios se registraron en las fiscalías y procuradurías durante 2019

Concentran el 51 por ciento

El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública reportó cuáles son las entidades con más indagatorias por este delito.

151 Estado de México

87 Veracruz

68 Jalisco

67 CDMX

67 Nuevo León

54 Puebla

“Lo que las latinoamericanas vivimos a diario son casos de violencia y frente a los feminicidios todo lo demás pierde importancia, la gran lucha es: ‘ni una más’”: Marta Lamas, escritora


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