Como cada año, Toluca fue testigo de la tradicional celebración del Corpus Christi o Día de la Mulas, evento en el que se recuerda el último encuentro de Jesús y sus apóstoles antes de ser crucificado, se realiza cada jueves después de la fiesta del Pentecostés.
Como parte de las actividades que se realizan en el marco de esta celebración se encuentra regalar mulas hechas de hoja de maíz con flores y artículos de barro como cazuelas y jarros por ello, días antes se pueden observar los artesanos en las calles de la ciudad.
Corpus Christi en latín significa ‘cuerpo de Cristo’, y se trata de una fiesta religiosa que conmemora la presencia de Cristo en la eucaristía, celebración que coincidió con una tradición campesina que se remonta a antes de la conquista.
Corpus Christi
En ese entonces los evangelizadores se asentaron en la llamada Nueva España donde impusieron su costumbre religiosa a los habitantes del lugar, mismas que fueron adoptadas rápidamente porque coincidía con las “primicias”.
Estas primicias se realizaban cuando los campesinos iban al Templo Mayor a ofrecer los primeros productos agrícolas como ofrenda para las próximas cosechas y en agradecimiento de las logradas en el año.
Los campesinos continuaron con la costumbre de ofrecer los primeros productos agrícolas como ofrenda, en ese entonces eran frutas y verduras en huacales, los cuales iban sujetos sobre el lomo de mulas cargadas.
Para agradecer, los campesinos acostumbraban estrenar sus trajes de manta elaborada en telar de cintura y vestirse elegantemente para la fiesta, con el tiempo se fue haciendo costumbre llamar el Día de las Mulas al jueves de Corpus.
Como agradecimiento por los alimentos y por el Cuerpo de Cristo, los artesanos empezaron a realizar “mulitas” de palma o de hoja de maíz, cargadas con flores, frutos y dulces, los cuales se obsequiaban entre las personas.
Venta de mulas, una costumbre que no muere.
Día de la Mulas
Actualmente, como parte de la costumbre, realizan una misa en la catedral de la capital mexiquense y en varias partes del estado, cuando termina la ceremonia religiosa, las personas siguen la procesión encabezada por el sacerdote.
A un costado de la Catedral se colocan artesanos para vender las figuritas de mulas, para realizarla debe conseguir el material, que es en su mayoría proveniente del maíz. Las mulas chiquitas tienen un precio de cinco o 10 pesos, y dependiendo el tamaño pueden costar entre 10, 15, 20 a 25 pesos, las más grandes pueden tener un precio de 120 y 150 pesos.
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ASB
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