Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) la pandemia por Covid-19 dejó en el Estado de México más de un millón 44 mil personas en pobreza extrema por ingresos, lo que representa un incremento de 16.6 por ciento.
En su informe anual, el Coneval da a conocer que, durante el último trimestre de 2019, se tenía un registro de 36.8 por ciento de la población en esa condición, es decir, más de seis millones 260 mil personas, mientras que en el mismo periodo de 2020 la cifra era de 42 por ciento, es decir, aproximadamente siete millones 300 mil mexiquenses.
De igual manera se dio a conocer que el ingreso laboral per cápita real disminuyó 3.5 por ciento entre el cuarto trimestre de 2019 y el cuarto trimestre de 2020, al pasar de mil 720.85 a mil 659.94 pesos constantes.
Según el organismo, la entidad mexiquense tiene una población de 16 millones 992 mil 418 habitantes, de las que 2.9 por ciento son analfabetas; 5.7 por ciento de su población, de 6 a 14 años, no asiste a la escuela; 24.9 por ciento, mayores de 15 años, tienen la educación básica incompleta; 33.4 por ciento no tiene servicios de salud.
Además, 2.6 por ciento de viviendas no cuentan con servicio de agua potable a través de una red pública y 2.5 por ciento no tienen acceso al drenaje. Sin embargo, el índice de rezago social es bajo, pues el Estado de México ocupa el lugar 17 en el contexto nacional.
El Coneval puntualizó que el incremento de la población en esta condición de pobreza extrema se debe al incremento de los costos de alimentos básicos y la crisis sanitaria por la que se atravesó.
En lo que a pobreza laboral se refiere, se explica también que en ese periodo se registran disminuciones en la población ocupada con acceso a los servicios de salud por prestación laboral, principalmente en los sectores de servicios y restaurantes, consecuencia de la parálisis en la economía como consecuencia de la pandemia.
El Coneval calculó el Índice de Rezago Social (IRS), el cual permite ordenar las entidades federativas, municipios y localidades de mayor a menor grado de rezago social en un momento del tiempo.
Es una medida en la que un solo índice agrega variables de educación, de acceso a servicios de salud, de servicios básicos en la vivienda, de calidad y espacios en la misma, y de activos en el hogar. Es decir, proporciona el resumen de cuatro carencias sociales de la medición de pobreza: rezago educativo, acceso a los servicios de salud, acceso a los servicios básicos en la vivienda y la calidad y espacios en la vivienda.
ASME
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