El libro “Los Chapitos. Radiografía criminal de los herederos del cártel de Sinaloa” (Sello Aguilar), de José Luis Montenegro, tiene un objetivo, presentar una visión profunda y realista de estos personajes para desmitificar su imagen y evitar que se conviertan en modelos aspiracionales.
El autor realizó una investigación sobre el ascenso de la nueva generación de líderes del Cártel de Sinaloa.
La investigación que realizó Montenegro da una visión sobre la complejidad y la peligrosidad de la vida en el mundo del narcotráfico en México.
El autor ofrece una mirada profunda y escalofriante al ascenso de la nueva generación de líderes del Cártel de Sinaloa, “Los Chapitos” y revela detalles importantes sobre la estrategia, el poder y la brutalidad de estos jóvenes herederos del imperio criminal.
“Cómo viven, cómo operan, se hace un acercamiento de sus relaciones sentimentales, de la forma en que ellos viven, de sus lugares predilectos”.
“No es una apología, es una documentación para entender un fenómeno que tiene al país ensangrentado”, menciona.
Montenegro destaca la ambición desmedida de “Los Chapitos” y destaca que los herederos no se limitan a replicar el modelo de su padre, sino que van más allá, han diversificado sus operaciones hasta el incursionar en nuevos mercados como el tráfico de fentanilo, la extorsión y el lavado de dinero, además de expandir su influencia e imperio en todo el mundo.
Montenegro destaca la excentricidad y el lujo que rodea a estos personajes, desde sus matrimonios hasta la consolidación de la marca de ‘El Chapo’ a través de productos de alto valor.
“La pregunta que hago es ¿de dónde sacan los recursos para consolidar una marca de ‘El Chapo’? Es impresionante cómo pudieron vender gorras, cinturones, con un valor de 15 mil pesos”, pregunta el autor, una interrogación que queda en el aire.
“El narcotráfico tiene más recursos que unos estados, con él tiene el poder para cooptar a una ciudad, a las autoridades y seguir con sus operaciones libremente, vemos que no va a cambiar nada si capturan a los hijos del Chapo”, responde.
Iván Archivaldo Guzmán Salazar, Jesús Alfredo Guzmán Salazar y Ovidio Guzmán López, algunos ya detenidos, pero aún así van dejando huella que será difícil de borrar, y más si es de sangre.
El libro es una exhaustiva investigación, incluyendo fuentes primarias como testimonios de exmiembros del cártel, autoridades y expertos en seguridad.
Subraya la complejidad de la estructura del cártel bajo el mando de “Los Chapitos”, que se basa en una red de células independientes, cada una con su propia jerarquía y estrategia. Esta estructura les permite operar con mayor flexibilidad, lo que dificulta la tarea de las autoridades para combatirlos.
José Luis Montenegro asegura que se requiere un enfoque integral que aborde las causas profundas del problema, como la corrupción, la pobreza y la falta de oportunidades
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El autor también pone énfasis en la violencia que caracteriza al cártel de Sinaloa bajo el liderazgo de “Los Chapitos”. Violencia que se recrudece, con asesinatos, secuestros y desapariciones forzadas como herramientas para imponer su dominio.
Por la experiencia que adquirió durante esta investigación, Montenegro critica la eficacia de las estrategias para combatir el crimen organizado. Sostiene que las acciones de las autoridades no han logrado frenar el avance de “Los Chapitos”, y que se requiere un enfoque más integral que aborde las causas profundas del problema, como la corrupción, la pobreza y la falta de oportunidades.
Cada página de “Los Chapitos” es una visión cruda y realista del crimen organizado en México, es una advertencia sobre la amenaza que representan este tipo de personajes que pueden llegar a ser idealizados o convertirse en ejemplo de vida para millones de jóvenes.
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