La temporada de lluvias 2024 en el Estado de México no solo ha provocado inundaciones y daños materiales, sino que también puede verse reflejada en la salud mental de sus habitantes. Las lluvias intensas y prolongadas pueden tener efectos significativos en el estado de ánimo y el bienestar psicológico de las personas, un fenómeno que ha sido estudiado en múltiples contextos.
Estado de México no solo ha provocado inundaciones y daños materiales, sino que también puede verse reflejada en la salud mental de sus habitantes.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), Salud mental y apoyo psicosocial en emergencias; de 2017, los desastres naturales relacionados con inundaciones y tormentas, similar al contexto de Valle de Chalco, tienen un impacto negativo en la salud mental de las personas afectadas. Los trastornos como la ansiedad, el estrés postraumático y la depresión suelen aumentar tras estos eventos climáticos extremos.
Uno de los factores psicológicos más evidentes es el aumento de la ansiedad. En un estudio realizado por el Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz”, se encontró que las personas expuestas a eventos de lluvias prolongadas mostraban niveles más altos de ansiedad y estrés en comparación con aquellas no expuestas a este tipo de fenómenos climáticos. Este estudio señaló que un 30% de los encuestados reportaron síntomas de ansiedad moderada a severa.
Edgar Alfredo Espinosa Martínez, Mtro. En psicología clínica del Valle de Toluca con 20 diplomados ajenos a la maestría, detalló que las afecciones en salud mental pueden ser explicadas desde 3 factores, los cuales generan tristeza, nostalgia, frustración y soledad.
“Sí afecta, desde tres aspectos diferentes. La explicación biológica orgánica corporal tiene que ver con que no hay sol, sus rayos sí funcionan para nuestro estado anímico porque nos ofrecen vitamina D; que nos ayudan con dopamina y cerotonina, dos químicos importantes para la relajación, felicidad y tranquilidad.
Vivimos romantizando la nostalgia de la lluvia
La respuesta social es que vivimos romantizando la nostalgia de la lluvia. El último aspecto, importante de mencionar es que cuando hay lluvia salimos menos, en nuestro caso hay municipios con calles horribles; sabemos que salir a la calle es encontrarse con mucho conflicto, comenzamos ha enclaustrarnos, nos genera un sentimiento de soledad que también nos afecta emocionalmente”, detalló.
Señaló que esto afecta en la productividad de las personas, dado que el cúmulo de emociones propician el no querer salir de casa, lo que desde el ámbito laboral se vuelve un conflicto que se ve reflejado tanto para trabajadores como clientes.
“Todos los que deban salir a la calle para realizar sus actividades sí se ven afectadas, la verdad es que es un porcentaje alto, los locales e incluso centros comerciales bajan sus ventas por los factores que mencionamos, incluso ahí podríamos decir que tiene una afección económica”, concluyó.
Las cifras de Conagua muestran que, desde junio de 2024, el Edomex ha recibido un 25% más de precipitaciones que el promedio anual, lo que ha exacerbado los efectos psicológicos en la población. Este aumento inusual de lluvias ha generado no solo desafíos físicos, sino también emocionales, al prolongar el periodo de incertidumbre y estrés.
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