Recorrer las calles de las ciudades devastadas por la guerra tocó muchas fibras sensibles a Lydia Cacho, autora del libro “El día que invadieron mi planeta”, quien incursiona en la literatura infantil.
“El día que invadieron mi planeta”
Con esta publicación la escritora mexicana sostiene diálogos y encuentros emotivos con niñas y niños ucranianos, tras su primer viaje a ese país semanas después de la invasión rusa.
Desde las historias, vivencias y aprendizajes recopilados en cada historia, Lydia abre su corazón, expone su amor por la vida, la paz, las infancias y critica que las batallas bélicas sean glorificadas, destacadas y en el cine, televisión y hasta en la literatura, genere millones de dólares como mercancía.
“Siempre he sido pacifista. Toda mi vida he creído que le hace un gran daño a la humanidad que se glorifique tanto a la guerra en la literatura, el cine e incluso en algunos medios de comunicación”, expresa la autora.
El amor y la esperanza son los motores de sobrevivencia para Sofía, Andréi, la abuela Babu, la perrita Cora y de todos los habitantes del pequeño astro en el que ocurren sorprendentes historias
“Es por eso por lo que trato de poner mi mirada en lo que llamamos periodismo de paz, incluso cuando he cubierto temas como la guerra contra el narco en México, en sus momentos más álgidos, o ahora escribiendo sobre el conflicto en Ucrania”, argumenta.
Al cubrir el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia, Cacho se impresionó por la manera en que los infantes y jóvenes del país víctima de Vladimir Putin se mostraran tan valientes y mantuvieran la dignidad en alto.
“Una de las cosas que me impresionó, en contraste con otros países que están bajo acciones genocidas o bélicas y que he visto o vivido, las niñas, niños y jóvenes que entrevisté en Ucrania, tienen un sentido muy particular de dignidad y defensa de su tierra y de su gente, esto no lo había visto en otras latitudes ni en otras circunstancias similares”, explica.
“Los ves, platicas con ellos, te les acercas y te das cuenta de que tienen miedo, sufren de ansiedad, insomnio y padecen ese estrés postraumático severo, pero no es porque sean necesariamente patrióticos. No están defendiendo a su país o su gobierno. Están defendiendo su tierra, su comunidad y su gente”, menciona desde el otro lado del teléfono.
Aprendió mucho, más de estos niños a quienes admira por la forma en que se levantan ante la adversidad y a pesar de su situación platican de forma amorosa a quienes los visitan”, refrenda.
Asimismo, asegura que la publicación cambió de público objetivo.
El libro de la semana
“Al principio el libro estaba dirigido a adultos, pero terminó convirtiéndose en este cuento infantil El día que invadieron mi planeta. Es algo que no había hecho antes. Y tras la publicación hay adultos que me han dicho que por fin entendieron la invasión rusa, todo a partir de este trabajo”, dice.
Cada relato se da a través de las pláticas con niñas y niños que encontraba en el camino, quienes además autorizaban reproducir la conversación.
“Yo quería entrevistarlos y hablar, desde una mirada psicopedagógica, cómo viven el trauma de la guerra los niños. Creo que es un tema muy poco explorado en el periodismo y dio un giro para reflejar más esta situación”.
Lydia Cacho cumple con un objetivo, informar cómo viven los infantes una guerra, las víctimas de pornografía infantil; pero, para ella, esta es una labor inconclusa porque aún falta saber el futuro ¿Cómo serán de adultos?
“Lo que quiero es que tanto yo como los lectores entendamos cómo se reproducen las violencias y qué significa los menores que tienen entre nueve y 11 años, pero que, dentro de 10 años, cuando yo vuelva, si es que puedo volver a Ucrania, serán personas adultas.
“Siempre me cuestiono ¿qué va a pasar con ellos?, igual que al cubrir casos de pornografía infantil, pederastia, explotación sexual o violencia doméstica. Una generación entera vive en estado de incertidumbre y dolor histórico que probablemente en tres generaciones no puedan sanar”, comenta.
Para la autora era importante este viaje y el libro explica las historias desde un lugar distinto, desde un lugar en el que exista información y ésta llegue a su objetivo. “Es un libro respetuoso, compasivo y que no reproduce la violencia a través de los textos. Creo que ese es uno de los grandes retos cuando escribes un libro como este”, finaliza.
El libro “El día que invadieron mi planeta ” es editado por Alfaguara, ya a la venta en las principales librerías del país.
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