El día de ayer tomó posesión la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, existen muchas expectativas acerca de hacía donde conducirá la política económica del país en materia de agua. Por primera vez en décadas, el tema del agua ocupó un papel principal en debates y propuestas, dada la fragmentación del modelo de gestión son muchos actores que tienen cierta responsabilidad, de ahí los múltiples foros, pero más allá de la importancia que se le dio desde el nivel federal, lo cierto es que las afectaciones por la sequía y la escasez lo siente una gran parte del teritorio mexicano.
En su discurso de toma de posesión, habló de un proyecto de economía circular en Tula, Hidalgo, donde se aprovechará el tratamiento de agua, seguramente se refiere a la planta de tratamiento que recibe aguas residuales de la CDMX, y que buscará aprovecharse ya sea para aprovecharse en el complejo que se menciona o aprovecharla para otros usos, habrá que esperar el detalle del proyecto.
Una segunda mención fue para las concesiones y transmisiones de derechos, que buscará sean ordenadas, que sin duda requieren de una revisión tanto de quienes las están aprovechando realmente, en manos de quién están, tanto de una actualización del rezago administrativo, mientras no ocurra será muy dificil regular sus usos y aprovechamiento. El mercado de transmisiones de derechos requiere, una vez que se ordene, una regulación, si esto es lo que se busca, o implementat otros mecanismos económicos para lograrlo.
La firma del acuerdo nacional por la seguridad y sustentabilidad hídrica, será sin duda un mecanismo interesante que habremos de esperar sus implicaciones y alcances, en este sentido sería mejor que se hablara de sostenibilidad hídrica, en el entendido de que éste concepto no se refiere únicamente a lo natural (que si lo define únicamente lo sustentable), sino que implica su relación con la sociedad. Sea como sea el nombre, se deberá convocar a amplios sectores de la población que requieren ser incluídos y tomados en cuenta, en acuerdo deberá contemplar el que se transite a un nuevo modelo de gestión del agua, que garantice múltiples espectros de la vida nacional.
Las reformas jurídicas que garanticen el agua como recurso de la nación, que ocupó otra mención, es un tema complejo que requiere de un análisis profundo del tamaño de lo que se quiera alcanzar para garantizar lo que señala la Presidenta en cuanto a garantizar el agua como recurso de la nación.
Habló también de la tecnificación de más de 200 mil hectáreas de riego, impresindible para el uso adecuado del agua en el sector agrícola, recordemos el bajo procentaje de tecnificación que existe en México. Habrá que esperar también cuáles serán los proyectos estratégicos para el abastecimiento y reciclamiento del agua. Aunque no se mencionó, será necesario también la revisión de las responsabilidades de los tres órdenes de gobierno, y el fortalecimiento de las capacidades de los prestadores de servicios relacionados con el agua para disminuír el porcentaje tan alto que se pierde en las redes de distribución de las ciudades.
Y finalmente apuntaríamos, ninguna de las acciones anteriores podrán alcanzarse sin fortalecer a la Comisión Nacional del Agua, cabeza de sector en México, requiere de ampliar sus capacidades de gestión y de proponer e implementar las políticas económicas que requerimos, deseamos la mejor de las suertes al éxito de éstas iniciativas, es por el bien de todos.
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