Ya pasado el susto del informe del gobernador Alfredo del Mazo, ahora falta esperar a ver cómo les va a los secretarios en la Glosa, pero con eso de la reestructura del gobierno mexiquense, seguramente habrá poco qué hablar en serio, además de los planes para resolver los problemas desde las nuevas responsabilidades que le toca a cada quien enfrentar.
Mientras tanto, ahora los que deben estar temblando con la idea de llenar los informes son los presidentes municipales, para quienes este ha sido el peor año de un pésimo trienio. Para los ciudadanos ha sido desilusionante.
Lo cierto es que en el Estado de México, como en el resto del país, muchos triunfos locales se debieron al arrastre de la popularidad de Andrés Manuel López Obrador.
La gente votaba por Morena sin fijarse en el nombre del candidato, sus orígenes, experiencia, conocimientos ni mucho menos propuestas de campaña. Hoy, como resultado, hay un profundo desencanto que ya ni Morena se atreve a negar.
No hay obra pública, los servicios están de mal en peor, los alcaldes no responden a las necesidades de la gente y muchos menos a las expectativas, con lo que la reelección en nuestra entidad podría resultar en una utopía.
Como ejercicio de simple previsión, baste revisar los resultados de la encuesta Mitofsky de septiembre para la medición de la aprobación ciudadana de los alcaldes en el país.
Ahí, de los 125 presidentes municipales del Estado de México, solo uno figura en los niveles de aprobación sobresaliente: el panista Enrique Vargas con 69.4 por ciento.
Luego volvemos a encontrar un edil mexiquense en el lugar 41 con alta calificación con 45.8 por ciento y en el 45 al ex perredista Juan Hugo de la Rosa de Netzahualcóyotl con 44.8.
Sandra Luz Falcón de Texcoco se asoma en el 63 con 33.7 seguida de Raciel Pérez Cruz de Tlalnepantla en el 64 con 36.1, ya ambos en el rango de los de calificación media junto con Mario Juárez de Cuautitlán en el lugar 70 con 34 por ciento de aprobación.
Ricardo Núñez, Gabriela Gamboa y Elena García de Izcalli, Metepec y Tultitlán respectivamente, en ese mismo nivel ya con 30 puntitos de calificación, apenitas en la media.
Ya francamente en la baja calificación Ruth Olvera de Atizapán con 29.5, Paty Durán de Naucalpan con 27.7, Darwin Eslava de Coacalco con 27.6, Agustín Bonilla de Jilotepec con 26 y es toda la aparición de los munícipes mexiquenses.
Eso significa que los demás tendrán calificaciones más bajas, por lo que ni siquiera aparecen en el reporte de la encuestadora.
Esos son los niveles de aceptación de los mexiquenses, un reflejo claro de lo mal que andan las alcaldías.
En el caso de Morena, muchos no han conseguido siquiera asentar sus cabildos, a pesar de que tienen mayoría de su partido.
Los demás, los panistas, salvo Enrique Vargas, están desaparecidos y de los priistas no hay quien se salve.
Solo 12 de los 125 gobernantes municipales de nuestra entidad han logrado colarse en este estudio y la mayoría de las menciones están en calificación por debajo del 40 por ciento.
Ya después de los informes será interesante saber cómo les va en la siguiente medición, pero lo cierto es que deben estar agradeciendo que la pandemia no permita eventos masivos, von lo que podrán evitar el abucheo.
En estas condiciones, muy probablemente los partidos estarán en problemas para las elecciones del 2021, en las que tendrán que enfocarse en encontrar las mejores opciones para las candidaturas, que hoy más que nunca serán las que marquen la posibilidad de éxito de las campañas.
Lo cierto es que Morena no ha recibido las mejores calificaciones, pero tampoco hay indicios de que las simpatías se muevan hacia los otros partidos.
Así las cosas, la moneda está en el aire y todavía hay mucha historia que escribir de aquí a los comicios.
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