La obligatoriedad del uso de uniforme este año será muy flexible; sin embargo, esta decisión complica la subsistencia de algunas empresas que se dedican a la confección de los mismos.
Las autoridades de educación pública consideraron que las condiciones no son aptas para cumplir con esto pero el golpe económico para el sector que los surte y los hace también será fuerte.
Edgar Cerecero, quien se dedica a la confección de uniformes escolares e industriales, destacó que las ventas para este sector se han reducido hasta 90 por ciento.
Por ello, lo que han tenido que buscar opciones en el sector empresarial y ya no tanto en escuelas.
“Los uniformes han bajado fuertemente la demanda así que por ahora no es negocio para nosotros, tenemos que adaptarnos así que muchos, la mayoría, hemos migrado a hacer uniformes industriales para seguir sobreviviendo”.
Han tenido que reducir a su personal
La mayor parte de las empresas de confección han tenido que reducir su personal hasta un 40 por ciento por la falta de ventas.
Por lo que se espera que cuando los niños ya estén en clases presenciales como una constante, este sector se pueda reactivar.
En el sector privado, pese a que si se solicita que cumplan con el uso de uniformes, muchos de ellos tienen aún inventario de años anteriores y los papás han solicitado en algunas de ellas sean más flexibles, tal es el caso del Instituto Hidalgo.
Mayra Téllez, madre de tés pequeños en el Instituto México de Toluca, explicó que como padres es difícil por ahora gastar en uniformes pues las condiciones económicas no son las mejores por lo que han optado por solicitar a las instituciones permitirles, por lo menos los primeros meses, acudir con ropa cotidiana mientras se resuelve si el ciclo escolar podrá finalizar de manera presencial.
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NEF
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