Desde que tenía 8 años, Karla Valles Porcayo fue diagnosticada con leucemia linfoblástica aguda (cáncer en la sangre) lo cual fue un golpe muy fuerte para ella y su familia. Casi 20 años después está viva y sana.
Karla es fisioterapeuta y, además de considerarse un milagro, decidió estudiar esta carrera como una manera de devolver toda la atención médica que ella recibió desde pequeña.
Es la terapeuta de la médica que le dio tratamiento cuando ella era niña, quién todavía se desempeña en el área de oncopediatría del ISSEMyM.
Y tras un accidente encontró en Karla un gran apoyo, por medio de ejercicios físicos, con un tratamiento terapéutico empezó a recuperar fuerza en sus músculos.
Recuerda que una ocasión la doctora le comentó: “Karla, se cambiaron los papeles, ahora yo soy tu paciente”.
Karla, agradecida con los médicos del ISSEMyM
Karla está muy agradecida con los médicos y el personal de enfermería que la atendieron en el Hospital Materno Infantil del ISSEMyM. Ahora ella proporciona rehabilitación a las personas de la tercera edad con problemas neurológicos de manera particular, busca ser recíproca con la vida y coadyuvar con sus conocimientos al bienestar de otras personas.
Su historia comenzó cuando en abril del 2002 inició su tratamiento de quimioterapias.
“No entendía bien lo que estaba pasando, pero sabía que tenía que tomar ese tratamiento porque estaba enferma. Además de las bolitas solo me sentía muy cansada siempre”.
Tras 12 meses tuvo su primera recaída. Luego de un breve descanso continuó dos años más, hasta que su cuerpo volvió a colapsar. No quedaba más que esperar.
Luego de revisiones constantes, a los 15 años le informaron que la enfermedad ya había cedido, de hecho, ya había desaparecido y su cuerpo estaba libre de cáncer.
“Por eso me considero un milagro, no sabemos qué pasó o cómo fue, pero al paso de los años recuperé la salud. Cuando escuchamos cáncer lo asociamos con muerte y no es así, debemos confiar en los doctores, en la medicina y en Dios para saber que todo va a estar bien y que nosotros debemos poner nuestra parte. El cáncer es curable”.
Hoy agradece poder dar terapia a quien fue su oncóloga hace casi 20 años y platicar de la gente que han conocido y que ha salido adelante de esta enfermedad.
NEEF
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