Imagine usted por un momento que pone todos los ahorros de su vida en comprar una casa, decide el lugar, analiza el precio y determina cuál es la mejor opción para ello… pero nunca se imagina que la empresa que administra el fraccionamiento en donde decidió invertir el dinero de su patrimonio se convertirá en un dolor de cabeza del que difícilmente se podrá librar y le hará gastar varios miles de pesos adicionales al precio de la propiedad. ¿Le suena familiar? Claro, es un tema recurrente en Toluca.
Dicha empresa es ADFEC (Administración de Fraccionamientos en Condominio) que es nombrada como administradora por Casas ARA, al menos en cinco desarrollos que se ubican en el nororiente de la capital del Estado de México y conjuntan unas mil 600 casas, lo que condiciona la compra del inmueble a que los nuevos dueños pasen al menos un año bajo dicha administración con un mantenimiento mensual que ronda los 500 pesos.
Hasta allí todo parece ir en orden, sin embargo, hay familias que tienen ya 8 o 9 años viviendo en esos fraccionamientos y no han podido cambiar de empresa administradora.
¿Cuál es la razón? El fraccionamiento está edificado por “clusters” y los vecinos compran casas con diferentes temporalidades, por lo que si un vecino compró, por ejemplo, en el 2000, una casa y estaba obligada a pagar durante un año a la empresa administradora, pero otro de los vecinos de la misma privada llegó en 2005 y tiene la misma obligación, pero la empresa administradora pide una firma del vecino más reciente para acreditar ante autoridades que es el administrador y con ello comienza un círculo del que los vecinos que ya podrían cambiar de administradora, no pueden hacerlo.
La consecuencia lógica es que los vecinos inconformes suspenden el pago de la cuota y acuden a buscar apoyo con las autoridades del Ayuntamiento de Toluca para poder cambiar la empresa administradora, pero se encuentran con que, al no estar entregado el Fraccionamiento por parte de Ara al municipio, las autoridades están “imposibilitadas” para intervenir en el conflicto y es así como los vecinos quedan en una especie de limbo.
Sin el apoyo de las autoridades, ni opciones de poder cambiar de administradora, los vecinos inconformes están tratando de organizarse en Asociaciones Civiles para lograr su independencia, sin embargo, ya tienen encima juicios de embargo por parte de la empresa que los administra, por lo que tienen que invertir varios miles de pesos para defenderse en tribunales.
Las historias de horror de los vecinos inconformes que han buscado independizarse se cuentan por docenas, pero el fondo del asunto es esa posición de indefensión en la que quedan los ciudadanos que lo único que buscan es poder ser administrados por alguien más.
Es por ello que quedan estas preguntas en el aire: ¿qué autoridad va a ponerse del lado de los ciudadanos para que puedan administrarse de la forma que ellos mismos elijan?, ¿este tema necesita llegar a la legislatura?, ¿la autoridad municipal va a “tomar el toro por los cuernos”? ¿El Gobierno estatal debe tomar partido?
Twitter: @campudia
Deja una respuesta