Ha llamado mucho la atención del mundo electoral la inclusión de la actual consejera presidenta provisional del IEEM, Daniella Durána, en la lista de aspirantes que esta semana integrantes del Senado de la República entrevistaron, para designar a la magistrada del Tribunal Electoral del Estado de México (TEEM), que ocupará el lugar que pronto dejará Jorge Muciño Escalona, en el cargo desde 2010, quien hizo de esa instancia juzgadora una extensión más del sistema.
Muchos actores políticos e interesados en los asuntos electorales se han preguntado las razones por las que Daniella Durán, a quien todavía le quedan casi tres años como consejera, está dispuesta a abandonarlo en caso de ser designada magistrada. Al parecer la respuesta está en un procedimiento de remoción presentado en julio pasado en el INE, en contra de las cinco consejeras y el consejero del IEEM que participaron en la sesión de seguimiento de la jornada electoral del pasado 6 de junio.
La principal acusación que se le hace a la consejera presidenta provisional, y al resto de integrantes del consejo general del IEEM, es de subordinación al PRI, la cual fue evidente cuando el representante de ese partido pidió que se investigara una supuesta vulneración a los sistemas informáticos del INE por parte de Bernardo Barranco. La respuesta fue como si se acatara la orden de un jefe que se dirige a personal subordinado: “que se investigue”. No hubo prudencia ni ponderación de la solicitud. Se hizo evidente la subordinación de ese órgano electoral a la voluntad del partido gobernante en la entidad.
La actuación de la consejera presidenta provisional del IEEM, Daniella Durán, fue la más cuestionable. Prácticamente ofreció información oficial y privada a la representación del PRI, como si ese partido fuera un órgano superior de control que le hubiera hecho una solicitud formal y ya se hubiera calificado si procedía o no su entrega. No se quedaron atrás sus compañeras, una de las cuales pidió que se investigara también a sus colaboradores y a todo el personal relacionado con el sistema de información de la jornada electoral.
Como ninguno de los partidos de “oposición” al PRI hizo algo para que se investigara esa postura del consejo general del IEEM, alguien ajeno a las complicidades de ese órgano colegiado inició un procedimiento para remover a la totalidad de sus integrantes con derecho a voz y voto. La denuncia está siendo investigada, aunque no se puede saber cuáles serán los resultados.
Las hipótesis de porqué la consejera presidenta provisional del IEEM quiere abandonar el cargo para el que fue nombrada en 2017 son varias: una es que en el TEEM sería nombrada por siete años y en el IEEM le quedan poco menos de tres; la otra es que el procedimiento iniciado ante el INE pudiera tener como resultado su destitución. En caso de ser designada magistrada ya no tendría que responder a las acusaciones que se le hacen, especialmente la de subordinación al PRI.
A pesar de la grave acusación en proceso de investigación, Daniella Durán pretende convertirse en juzgadora electoral, un cargo para el que se requiere de probidad, imparcialidad e independencia fuera de toda duda y la de ella está siendo investigada. Lo correcto sería enfrentar la acusación que pesa en su contra, desde el cargo para el que fue nombrada hasta 2024; dar la cara junto con el resto de integrantes del consejo general del IEEM y responder por los actos denunciados. Sería un acto de responsabilidad.
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