Casi había terminado, este sábado un repartidor de la empresa Sabritas se disponía a cerrar su ruta, era la última tienda hasta que delincuentes lo asesinaron a balazos porque no les entregó la cuenta.
La gente de San Francisco Tlalcilalcalpan fue testigo de este hecho violento que se registró a un costado de la parroquia del pueblo.
Nadie dio datos exactos a la policía o por temor dijeron que no vieron nada, y así los asaltantes huyeron.
La camioneta quedó estacionada entre las calles Javier Mina y Morelos, el dueño de una miscelánea que apenas había surtido, dijo que sólo escuchó los disparos.
“Para que nadie los viera, esperaron a que se metiera, lo tenían bien planeado, no sabemos cuánto le quitaron”
Policía municipal
Atrás entre cajas de papas, quedó abatido el empleado, de unos 25 años, según narró la misma policía, había forcejeado, pero al final los rateros se salieron con la suya.
Ya de noche, la Fiscalía de Homicidios Lerma, acudió al lugar para recabar evidencias del crimen.
ASME
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