La imagen de un Cristo negro es testigo de la desecación y el poco interés por rescatar el Amanal de Otumba, un estanque de origen prehispánico que era abastecido con la captación de agua de lluvia y dotaba del líquido a los pobladores y a las casonas de esta localidad.
Amanal proviene del náhuatl “amanalli” y significa “manantial” y de manera tradicional, los habitantes le llamaban “Jagüey”, vocablo usado para designar un embalse o zanja que permite almacenar agua proveniente de escurrimientos superficiales.
Apenas un charco sobrevive en uno de los lados del depósito de una hectárea y que en sus años de esplendor albergaba peces, ajolotes, plantas acuáticas y hasta aves migratorias.
Agoniza el Amanal de Otumba se encuentra casi seco
Luis Antonio Castillo Ledón Curado, secretario del Patronato del Acueducto del Padre Tembleque y vecino inmediato del Amanal, lamentó la situación de sequía en la que actualmente se encuentra.
Recordó cómo desde hace 60 años, cuando llegó a habitar la llamada Casa de Los Virreyes, un inmueble de 486 años, que en la época de la Colonia sirvió para hacer los cambios de mando de la Nueva España, ha visto morir el Amanal.
Luis Antonio expuso que por años ha habido varios intentos por secar y desaparecer definitivamente este embalse, con la intención de darle otra utilidad al terreno, ya sea un estacionamiento y hasta para una plaza comercial, porque se encuentra en el centro de la cabecera municipal.
“Nos interesa mucho la conservación de ese cuerpo de agua porque en primer lugar es una ley no alterar los cuerpos de agua, pero a través de los años lo han ido secando porque han desviado el agua, no es que no haya”, explicó.
Hace unos 14 años drenaron el Amanal
Y es que en los años recientes, cuando llueve el estanque logra captar agua a través de los cauces originales, sin embargo esta no se retiene.
“Hace unos 14 años drenaron el Amanal y le quitaron una capa que servía para que se quedara el agua guardada, ahora el agua se la traga la tierra, se va, y eso ha aumentado el nivel freático”, explicó.
El también excronista municipal consideró que es una pena que las autoridades no hayan puesto interés en el rescate de este espacio, el cual tal vez no serviría para proveer agua a la ciudad, pero sí para darle frescura y cambiar el ambiente seco y árido que tiene la región.
Actualmente el predio sirve a varias familias para cruzar de una calle a otra, mientras que en uno de los lados se conserva un poco de agua que ha logrado referentes en el sitio.
Los lugareños coincidieron en que cuando llueve, logra captarse una importante cantidad de agua, pero esa sigue su curso.
“Pues ahí había peces y se veía bonito, pero pues ya no. Casi siempre está así de seco en la temporada”, refirió otra de las vecinas del Amanal.
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Se iniciará el programa de recuperación de bordos
En su reciente visita al Estado de México, el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural del gobierno de México, Víctor Manuel Villalobos Arámbula, anunció que en la entidad se iniciará un programa de recuperación de bordos, tinas ciegas, jagüeyes y reservorios de agua.
Esto para hacer frente a la crisis hídrica que afecta al país e impacta a varios sectores, incluyendo el campo mexiquense.
Otumba se encuentra a solo 12 kilómetros de las Pirámides de Teotihuacán y recientemente obtuvo el título de “Pueblo Mágico”. En este lugar, los frailes franciscanos edificaron un convento en el siglo XVI sobre una plataforma prehispánica. También cuenta con atractivos naturales para la práctica del ecoturismo.
Esta región resguarda una gran historia desde tiempos prehispánicos, ya que no sólo fue lugar de descanso de los virreyes de la Nueva España, también fue escenario de una batalla entre el ejército de Hernán Cortés y guerreros aztecas, donde resultó muerto el cacique mexica Matlatzincatzin, dejando así el paso libre a los españoles para fortalecerse en Apan y Tlaxcala.
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TAR