A pesar de que en México la esperanza de vida se vio reducida después de la pandemia por coronavirus, esta continúa rondando los 70 años de vida promedio para la población mexicana.
Con la expectativa de vida prolongandose, se ha visto también un incremento de enfermedades neurodegenerativas, una de las más conocidas y, por tanto, más temidas es el Alzheimer.
TE PUEDE INTERESAR: Internos de pregrado, un camino lleno de retos antes de ejercer como médicos
¿Qué es el Alzheimer?
La asociación del Alzheimer define a esta enfermedad como un tipo de demencia que se caracteriza por afectaciones a la memoria, el pensamiento y el comportamiento. Sus síntomas suelen empeorar de manera lenta e irreversible.
Además, la asociación del Alzheimer explica que este tipo de demencia es el más común, siendo el responsable de entre el 60 y 80 por ciento de los casos de demencia registrados.
En los casos de Alzheimer más avanzados, las personas enfermas no pueden mantener una conversación ni reconocer su entorno.
¿Existe alguna cura?
Si bien las investigaciones farmacológicas en torno a la prevención y tratamiento de esta enfermedad no se han detenido, muchos expertos están trabajando para poder proponer alguna estrategia alternativa que pueda prevenir o retrasar el avance del Alzheimer.
Estudios recientes mostraron que además de una buena alimentación, mantener y ejercitar la actividad del cuerpo es de gran ayuda para detener o retrasar los síntomas de Alzheimer.
Según un artículo publicado en The Journal of Physiology, se tomó en cuenta la acción de una proteína conocida como factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF por sus siglas en inglés) para promover la neuroplasticidad, que es lo que permite al cerebro formar nuevas conexiones neuronales así como promover la supervivencia de las neuronas.
Los investigadores encontraron que la producción de esta proteína que “fortalece al cerebro” se ve incentivada por la actividad física, según los experimentos, la actividad física breve pero de alta intensidad es la forma más eficiente para aumentar la cantidad de BDNF, y con ello, poder prevenir el progreso del Alzheimer.
El estudio demostró buenos resultados en personas que practicaron ciclismo de alto impacto por cortos periodos de tiempo.
A pesar de que no existe una cura contra el Alzheimer, las recomendaciones generales para una buena salud cognitiva siguen siendo la buena alimentación, ejercicios de destreza mental, la lectura y actividad física constante.