Anticipaciones

El presidente Andrés Manuel López Obrador, a diferencia de otros mandatarios mexicanos, no ha tenido empacho en referirse a las elecciones presidenciales de 2024.

En esta nueva forma de hacer política, inédita porque el tema parecía ser un tabú, sobre todo para los priistas, el Presidente tampoco ha dudado en señalar a quienes podrían ser candidatos de su partido. Se regodea, le gusta hablar de este tema, explotarlo, poner a prueba a sus colaboradores y espera con ansia las reacciones de los medios de comunicación.

Aunque en un principio todos los mencionados guardaron silencio y trataron de mostrarse discretos, evasivos e institucionales, al final también les ganó la emoción y los involucrados hablan abiertamente de sus aspiraciones, de sus posibilidades y de los métodos a utilizar para sacar al ganador.

El primero en hacer públicas sus apetencias, fue el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Ricardo Monreal, quien viene repitiendo como lorito desde hace varias semanas que él estará en la boleta electoral con Morena o con Morena y que, a su debido tiempo, sabrá convencer al presidente López Obrador de que representa la mejor opción para sucederlo.

Aunque parco, el canciller Marcelo Ebrard terminó por hablar del tema y, luego de una reunión en Toluca, a la que asistieron varios de sus colaboradores, aceptó que sí, que buscará la presidencia.

Apenas el miércoles, dijo a Joaquín López Dóriga, que reunió a sus amigos en una comida y les dijo: “esto va a ser dentro de dos años, estamos a la mitad del gobierno. Claro que me interesa, es algo que ha sido mi compromiso de vida, entonces ni modo que ahorita les diga que no. “Pero tenemos que sacar adelante nuestras responsabilidades y dentro de dos años, cuando se convoque a participar, ahí estaremos”.

Pocos como Ebrard entienden no sólo los entresijos del poder, sino el manejo de los tiempos, así que no le quita el sueño que en este momento se hable de otras personalidades, pero tampoco quiere dar la impresión de no estar preparado o atento a las circunstancias.

Y la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, que por supuesto quiere ser candidata, se refirió a su coincidencia con AMLO de que sea a través de una o varias encuestas como salga el o la candidato (a) a la presidencia de la República.

Mientras eso sucede en el ámbito nacional, en el Estado de México, donde tendremos elecciones dentro de poco menos de dos años, para suceder a Alfredo Del Mazo Maza, al menos en Morena y en el PAN, hay movimiento. En el partido de AMLO andan ya en campaña el senador Higinio Martínez y el titular de las Aduanas de México, Horacio Duarte Olivares.

Por el lado del PAN, el aspirante único es el diputado Enrique Vargas del Villar, pero en el PRI siguen entrampados en la férrea disciplina partidista. Allí nadie saca la cara antes de tiempo porque, como decía Fidel Velázquez, el que se mueve no sale en la foto.

ASME


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