El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció una inversión pública de 60 mil millones de pesos para la construcción de una coquizadora en la refinería de Salina Cruz y otra de 60 mil millones pero de la iniciativa privada para una planta licuefacción en el puerto de esta ciudad.
Al supervisar el corredor del Istmo, el mandatario ordenó priorizar tres proyectos para avanzar en las obras: la primera es terminar la modernización de los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos así como la vía férrea que los conecta; la segunda es resolver el derecho de vía para tender un gasoducto del Golfo al Pacífico y tercero acelerar los trabajos para construir la coquizadora.
Esto forma parte del Corredor Transístmico, uno de los proyectos prioritarios del mandatario federal para el desarrollo del sureste y que busca concretar la tantas veces frustrada conexión entre el Pacífico y el Golfo.
“Es un desafío porque tenemos poco tiempo. Antes de terminar mi mandado quiero dejar operando el proyecto, nos faltan dos años y tres meses. Hay que dar el último jalón para dejar operando este proyecto”, señaló el mandatario al encabezar una revisión de los trabajos de modernización del puerto de esta ciudad, enclavada en el istmo de Tehuantepec.
Todos los proyectos del corredor están a cargo de la Secretaría de Marina (Semar) a fin de evitar que haya corrupción más adelante o se entreguen a intereses particulares y no del país, apuntó AMLO.
“Queremos que ellos (los marinos) defiendan los bienes del pueblo y de la nación. Ya se va a crear una sola empresa que va a depender de la Semar, para que cuando terminemos (su gobierno) no vaya a ser que regresen los corruptos y van a querer privatizar y vender todo. Vamos a dejar en custodia estos bienes de la nación a la Marina para que ellos defiendan el interés del pueblo”.
López rememoró que la idea de unir estos dos puertos viene de siglos atrás y hacerlo realidad representará “una hazaña”.
“El proyecto viene de la época colonial; lo retomaron durante la presidencia de Benito Juárez y luego, otro oaxaqueño, también lo impulsó mucho, fue el que más hizo por este proyecto, pero la política cuenta las virtudes y también la suerte y en ese entonces, que fue presidente Porfirio Díaz y quería ayudar al Istmo, se buscó ayudar a los dos puertos (…) El Pacífico no era lo que es ahora. Todo el comercio se hacía a través del puerto de Veracruz, Asia era una región dormida y ahora son otras circunstancias; ahora es distinto, se transporta más carga por los puertos de Pacífico, que por el Golfo de México. Eso que no se presentó en el tiempo de Díaz, ahora sí hay condiciones inmejorables”.