Rodeados de hojas de maíz secas y figuras delicadamente formadas con este material, es cómo trabajan algunos artesanos del Estado de México que mantienen viva la técnica a base de totomoxtle
Laura Almazán dedica sus días a una tradición que pocas manos conservan: la elaboración de artesanías de totomoxtle, como se le conoce en náhuatl a la hoja seca del maíz, y a lo largo de los años ha visto cómo este oficio, transmitido por generaciones en su familia, se enfrenta al desinterés de los jóvenes y a la falta de reconocimiento.
“Ahorita, la gente ya casi no lo conoce. O sea, si uno dice ‘trabajo con hojas de maíz’, piensan que nada más es para los tamales, pero no, se puede hacer de todo: flores, nacimientos, muñequitas, hasta cuadros.
Nomás que es un material bien delicado y hay que saberlo manejar, no cualquiera lo hace”, comentó
Artesanías de totomoxtle
El totomoxtle, ha sido utilizado en comunidades mexiquenses durante siglos para la creación de figuras decorativas. Sin embargo, en la actualidad es más común encontrar artesanías de palma, barro o madera en los mercados tradicionales, lo que ha relegado este arte a un segundo plano.
“Antes sí se veía más, pero ahora la gente ya no se interesa. Prefieren comprar otras cosas porque dicen que lo de palma dura más o que lo de barro es más bonito.
Pero mire, lo del totomoxtle tiene su chiste, no es nada más pegar hojas y ya. Hay que tratarlas, que no se rompan, que el color quede bonito, que el trabajo se vea fino. Eso no lo valora la gente”, explicó.
El proceso de trabajo con el totomoxtle requiere paciencia y habilidad. Primero, las hojas deben seleccionarse cuidadosamente para evitar que estén demasiado secas o quebradizas. Luego, se hidratan para hacerlas más manejables y se tiñen con pigmentos naturales o se dejan en su color original. Después viene el armado, que puede tardar horas o incluso días dependiendo de la pieza.
“Cuando hago un nacimiento, me tardo como dos semanas, porque cada figura lleva detalle, que el vestidito, que el cabello, que la carita. A veces las hojas se quiebran y hay que empezar otra vez. Pero a mí me gusta, porque es algo que se hace con cariño y con paciencia”, mencionó
TE RECOMENDAMOS: De maíz y haba: tamales para celebrar a la milpa en San Pedro y San Pablo Atlapulco
Baja demanda de la artesanía con hoja de maíz
A pesar del esfuerzo y la dedicación que implica esta artesanía, la demanda es baja y los precios a menudo no reflejan el trabajo invertido. Laura menciona que en las ferias la gente prefiere comprar productos industriales o importados, lo que ha hecho que muchas artesanas dejen este oficio para dedicarse a otras actividades.
“Yo quisiera que la gente volteara a ver más estas artesanías, porque se están perdiendo. Si nadie las compra, pues nadie las va a querer hacer. Y luego los jóvenes, pues menos, porque ya no les interesa.
Antes nos enseñaban desde niños, pero ahora prefieren otras cosas. Y está bien, pero sí da tristeza que se pierdan cosas tan bonitas como esta”, lamentó.
Sigue nuestro CANAL de WHATSAPP y entérate de la información más importante del día con La Jornada Estado de México.
MPH
Deja una respuesta