La Semana Santa es más que un período religioso; es una oportunidad para promover la riqueza cultural y las artesanías del Estado de México.
Con una tradición arraigada en la producción de artesanías, este estado ofrece una amplia gama de productos que atraen a locales y turistas por igual.
Artesanías del Estado de México, tradición a la alza
Según datos proporcionados por la Secretaría de Turismo del Estado de México, durante la Semana Santa del año pasado, se registró un aumento del 15% en las ventas de artesanías en comparación con el mismo período del año anterior. Esta tendencia alcista refleja el interés creciente tanto de residentes como de visitantes por adquirir productos locales y apoyar a los artesanos de la región.
Son diferentes vertientes las que oferta la entidad en la rama artesanal, de acuerdo con el Instituto de Investigación y Fomento a las Artesanías del Estado de México, son 12 las ramas artesanales que existen en la entidad: Alfarería y cerámica, Textiles, Madera, Cerería, Metalistería, Orfebrería y joyería, Fibras vegetales, Papelería y cartonería, Talabartería y peletería, Lapidaria y cantera, Hueso y cuerno, así como vidrio.
Mismas que se fomentan a través de plazas y mercados tradicionales, así como las ferias artesanales temporales, se convierten en puntos de encuentro para aquellos que buscan piezas únicas y auténticas.
El impacto económico de esta actividad no puede subestimarse
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el sector artesanal en el Estado de México contribuye significativamente al empleo y al ingreso de miles de familias. Durante la Semana Santa, esta contribución se intensifica, brindando una importante fuente de ingresos para los artesanos locales y sus comunidades.
Para María Sánchez, artesana de Toluca, la Semana Santa es un momento crucial para su negocio:
“Durante esta temporada, nuestras ventas se triplican. Es el momento en que podemos mostrar al mundo el trabajo arduo y la creatividad que ponemos en cada pieza”.
Sin embargo, el panorama no está exento de desafíos. La competencia con productos industrializados y la falta de apoyo gubernamental continuo son preocupaciones comunes entre los artesanos.
“Necesitamos más apoyo para promover nuestras creaciones y preservar nuestras técnicas tradicionales”, concluyó José Martínez, tallador de madera en Valle de Bravo.
SPM