Atizapán tiene el 25 por ciento de subsuelo con cavernas y ya se tienen detectados 34 puntos, cuya profundidad de cada mina va variando, hay hasta 30 metros desde el piso de la calle a la mina, y la altura que tiene al interior depende de los derrumbes.
El riesgo crece cuando los habitantes de las viviendas descargan sus drenajes hacia el terreno donde está la mina; entonces, el líquido penetra y podría provocar el reblandecimiento del terreno.
Javier Torres Correa, Jefe del Departamento de Atlas y Gestión Integral de Riesgos del municipio, señaló lo anterior y dijo que diariamente inyectan en las zonas de rehabilitación en promedio, 20,000 litros de hidróxido de calcio mezclado con mineral de perlita para rellenar las cavidades.
Explicó que el Gobierno de Atizapán, a través de la Coordinación de Protección Civil, Bomberos y Medio Ambiente, ha puesto a salvo en la presente administración 20 viviendas, las cuales fueron construidas sobre terreno minado, evitando que colapsen.
“Las minas en el subsuelo del municipio es uno de los riesgos a los que Atizapán está expuesto y lo que se hace es que a través de estudios geofísicos, determinan las rutas, trayectorias y la existencia de cavidades y sus condiciones, cómo están constituidas, cómo están interactuando con el entorno”, explicó.
Las zonas dónde han sido detectadas se localizan en el Cerro de San Martín, en las colonias Lomas de Guadalupe, San Martín de Porres, Las Flores y Bosques de San Martín.
Actualmente, personal de Protección Civil rellena 12 viviendas construidas en zonas minadas.
Otras zonas donde ya se atiende esta problemática son Ex Hacienda El Pedregal, donde ya hubo un derrumbe en años anteriores, además de Tierra de En Medio y en La Higuera.
Las minas detectadas en el territorio municipal son de material de tepojal, similar al tepetate, que es idóneo para fabricar block cuando es mezclado con concreto.
Recordó que en los años 40 a los 60, se presentó una sobre explotación del suelo para llevar material de construcción a la Ciudad de México. Para la década de los 70 se estableció un decreto del Gobierno del Estado con el que quedó prohibida la realización de esas labores.
Para la mezcla de relleno, los materiales son donados por el sector privado. Con apoyo del Gobierno del Estado, Protección Civil municipal certifica el material, el cual es amigable con el ambiente, no afecta el agua, no contamina y no genera un problema ambiental posterior.
“Cuando encontramos casas habitación encima, lo que hacemos es perforar y empezar el relleno de estabilización. Dependiendo de qué tan profunda sea, la inclinación, el tipo de materiales, vamos viendo si vertemos la mezcla más líquida o más espesa”, finalizó.
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DB