La Autoridad de Regulación Nuclear (NRA) de Japón aprobó este viernes de forma definitiva el plan del Gobierno para verter al mar el agua tratada procedente de la central de Fukushima, por lo que las instalaciones cuentan ahora con el visto bueno de la entidad y podrán comenzar a descargar los tanques.
La compañía que gestiona la central, TEPCO, recibió así un certificado de la NRA en el que indica que las instalaciones han sido sometidas con éxito a las últimas inspecciones después de que el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) señaló esta semana que el plan de Tokio cumple con los estándares internacionales.
Sin embargo, y aunque la compañía y el gobierno adecuó las instalaciones a la espera de empezar a liberar el agua en cuestión, el sector pesquero, las poblaciones de la zona y los países cercanos expresaron su oposición a verter los residuos nucleares tras el proceso de tratamiento.
Autoriza Japón derramar al mar agua radioactiva de central de Fukushima
El gobierno de China anunció la prohibición de alimentos procedentes de algunas zonas de Japón ante la inminente liberación del agua y recordaron que las autoridades japonesas prometieron en 2015 no sacar adelante el plan en caso de no hacerse con el visto bueno de todas las partes.
Ahora, el gobierno japonés trata de convencer a las partes reticentes y a la industria pesquera a medida que el ministro de Industria, Yasutoshi Nishimura, resaltó que es “importante explicar que las medidas son seguras y que se han tomado precauciones para evitar daños a la reputación de la industria pesquera”.
Las autoridades prevén destinar 50 mil millones de yenes (más de 300 millones de euros) en ayudas a la industria pesquera que ya cuenta con un fondo de 30 mil millones de yenes (192 millones de euros) para hacer frente a los daños a la reputación y poder seguir pescando.
Está previsto que el primer ministro de Japón, Fumio Kishida, se reúna la próxima semana con el presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, en los márgenes de la cumbre de la OTAN en Vilna, la capital lituana.
Tendrá “consecuencias insignificantes” en la población, afirma Corea del Sur.
La propuesta tiene una amplia oposición
Corea del Sur aseguró este viernes que el plan de Japón para liberar después de un tratamiento el agua acumulada en la central nuclear de Fukushima tendrá “consecuencias insignificantes” en su población, entre la que ha cundido el pánico.
El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) dio esta semana su respaldo al plan de Tokio de descargar al océano durante décadas el agua acumulada en la central destruida por un terremoto y un tsunami en 2011.
El proyecto topó con una amplia oposición y protestas en Corea del Sur, algunos de cuyos ciudadanos acudieron a hacer acopio de sal marina por temor de que este vertido contamine el océano.
Pero un estudio independiente encargado por Seúl estimó que el plan de Tokio se enmarca o incluso mejora las normas internacionales sobre residuos nucleares, dijo el ministro de Coordinación Política, Bang Moon-kyu, en una rueda de prensa el viernes.
Este análisis concluye que el vertido de agua tendrá “consecuencias insignificantes” en las aguas surcoreanas, dijo el ministro.
Según este estudio, el agua liberada en el océano tardará diez años en llegar a la península coreana y lo hará con un nivel de radiación cien mil veces inferior, aseguró.
TE SUGERIMOS: Explosión en plataforma de Pemex en Campeche; 5 heridos
Opositores iniciaron una huelga de hambre
El jefe del OIEA, el argentino Rafael Grossi, visita este viernes Corea del Sur, donde persiste el recelo hacia el plan japonés hasta el punto que algunos diputados opositores iniciaron una huelga de hambre como señal de protesta.
“Japón quiere liberar el agua residual al mar porque es la forma más fácil y barata de hacerlo”, dijo a la AFP Woo Won-shik, un parlamentario un huelga de hambre desde el 26 de junio.
Desde el accidente nuclear de 2011, se han acumulado en la central 1,33 millones de metros cúbicos de agua subterránea, de lluvia y del sistema de refrigeración de la planta.
El operador de la central asegura que el sistema de procesamiento del agua residual elimina casi todos los radioisótopos excepto el tritio y que el agua tratada y diluida no dista de la vertida en otras plantas nucleares en el mundo.
TAR