Aunque Metepec es reconocido como cuna de los artesanos de barro por excelencia, esta es una práctica que se expande a todo el Valle de Toluca, en Almoloya también son varios los artesanos y productores de materia prima y la capital mexiquense también se suma con expositores.
La familia Páramo ha dedicado cinco generaciones de su linaje, siendo el señor Octavio el principal exponente de este legado en la actualidad, quien ha dedicado 38 años a la artesanía y menciona que, en la capital, comenzó a tomar impulso hace más de 60 años.
En Almoloya se encuentra la familia Páramo
Como la mayoría de los exponentes de las distintas ramas artesanales, este oficio fue una herencia de su padre, quién lo contagió del amor por hacer figuras con este material.
“Fue un tipo de capricho, yo quería aprender a hacer este trabajo, mi papá dominaba muy bien esta técnica y otras y me puse el reto de enseñarme a trabajar, cuando yo tenia como unos 7 años, y fue mi papá quien me contagió ese amor por la artesanía”, comentó.
En su labor es auxiliado por sus hijos, quienes ya representan las quinta generación de esta labor, lo que considera importante para mantener la tradición, no sólo familiar, sino de la región.
“Es importante mantener las tradiciones, el amor que le digo por lo que uno hace, que al final de cuentas es algo que tiene que ver con nuestra cultura y más aquí en Toluca que no somontano conocidos por trabajar el barro, pero también se hacen buenas cosas, de calidad”, apuntó el artesano.
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Barro, una rama artesanal
Asegura que con el pasar de las generaciones se ha mejorado la técnica ante la necesidad de adaptarse a lo que quieren las personas, por lo que en la actualidad, son capaces de replicar imagen mostradas desde un celular para realizar figuras de barro.
“No es tan fácil, hay que dar forma los detalles que no siempre sólo son con la pintura y en la actualidad creo que los que nos dedicamos a esta artesanía nos hemos vuelto mejores; por ejemplo, en mi caso luego la gente llega y me pide hacer imágenes que traen en su celular y las hacemos”, apuntó.
Finalmente coincidió en que se necesita revalorizar el trabajo de los artesanos, quienes constantemente se enfrentan al regateo pues no se dimensiona el esfuerzo que implica, en su caso, de hasta 4 horas en promedio por pieza.
TAR