Las fiestas decembrinas llegaron y ahora en este retorno a la normalidad, en medio de la pandemia por el Covid-19, veremos un incremento en la movilidad en plazas y centros comerciales.
Si la economía lo permite, las compras estarán a la orden del día, para quienes quieren ser generosos con los demás o consigo mismos; se vale. Y uno de los artículos que están de moda en las listas de presentes sin duda son los teléfonos celulares o buena parte del aguinaldo se destina para actualizar el modelo de la pantalla; sustituir el horno de microondas; renovar la secadora del cabello, etc.
Lo hacemos embargados del júbilo navideño, sin reflexionar en el destino que se le da a los artículos eléctricos o electrónicos que desechamos o sustituimos en perjuicio del medio ambiente.
Se considera desecho electrónico a cualquier cosa con enchufe, cable eléctrico o batería.
Greenpeace sostiene que los residuos de aparatos electrónicos cada vez son más abundantes, no es proporcional la demanda con el reciclaje.
En 2018 el mundo generó más de 50 millones de toneladas de residuos electrónicos; que de acuerdo con la ONU es el equivalente a tirar a la basura 125 mil aviones Jumbo o cuatro mil 500 torres Eiffel y suficientes para cubrir de desperdicios toda la superficie de Manhattan.
Lo más alarmante es que si no se toman las medidas adecuadas, la cantidad de residuos se duplicará para el 2050, llegando a 120 millones de toneladas anuales.
La misma ONU señala que México encabeza la lista de los mayores generadores de basura electrónica, ya que cada habitante genera 3.2 kilogramos en promedio anualmente.
De acuerdo con el estudio “Hábitos de los consumidores en México, 2019”, realizado por Deloitte Insights, los smartphones o teléfonos inteligentes son los productos electrónicos que se reemplazan con mayor frecuencia. Siete de cada diez personas que fueron encuestadas los han cambiado en un periodo inmediato no mayor a 18 meses. Un 17 por ciento lo vendió y 26 por ciento lo dio a un familiar o amigo.
El portal Statista informó que en 2020 el número de usuarios de smartphones en México fue de 80.9 millones; en 2021 se estima son 84.4 millones y se prevé que el número de usuarios supere los 95 millones en 2025, cuando apenas en 2015 llegaba a 50 millones. Nuestro país registra la menor cantidad de teléfonos fijos en América Latina.
Detrás de cada compra viene la sustitución que hace obligado el reciclaje de teléfonos, aparatos y algunas de sus partes; se debe gestionar ese flujo tóxico; en México de las más de 1.1 millones de toneladas de basura electrónica que se desechan, menos del 10 por ciento se logra reciclar, esto de acuerdo a la Oficina de Información Científica y Tecnológica para el Congreso de la Unión.
Falta conocimiento sobre cómo reciclar. Por eso es destacable que instituciones como la Universidad Autónoma del Estado de México facilite sus instalaciones como centros de acopio para recibir aparatos que ya no se utilicen y dar paso a empresas como Reciclatrónica, empresa verde que por ciento nace en Toluca, para continuar todo el proceso.
Si piensa regalar no se olvide de reciclar.
@periodistamex
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