El 3 de abril se conmemoró un año más de que el Maestro Leopoldo Flores falleció, dejando un legado cultural invaluable y lleno de identidad en el estado y la capital mexiquense.
Pocas son las personas que a la fecha pueden decir que tuvieron la experiencia de trabajar con él y la Maestra Bertha Abraham Jalil es una de ellas.
“Yo lo conocí a Leopoldo en los años 80’s cuando era jefe de museos, bibliotecas y archivos a invitación del licenciado Emilio Chuayffet.
Leopoldo estaba al frente de la galería de arte moderno, que fue la base para el que hoy conocemos”, comentó la investigadora de la UAEMéx.
Menciona que Leopoldo Flores tenía un conocimiento impresionante del arte y además una enorme relación con artistas de diferentes partes de la república.
Lo que hizo posible la creación de una galería que a la postre se convirtió en el museo de arte moderno.
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Sobre cómo llegó a trabajar con el artista mexiquense la Maestra Martha explicó:
“Trabajé muchos años en la Universidad Autónoma del Estado de México y el doctor López Castañares me invitó a ser directora del entonces recientemente creado Museo Leopoldo Flores.
El cuál surgió porque el maestro donó su obra a la universidad”, dijo.
Además señaló que esa fue una oportunidad que muy difícil se presenta en la vida.
“Trabajar en un museo sobre la obra de un artista cuando el creador está vivo es una oportunidad excepcional.
Porque nos permitía ver, inclusive, como era el proceso creativo del propio Leopoldo”, comentó la ex encargada del museo.
Leopoldo Flores usaba el arte como desahogo para manifestarse
“Cuando a inicios de los 2000 hubo un ataque terrorista en España el decidió que quería hacer una gran obra mural de denuncia.
Solicitó que toda la sala principal, que tiene más de 30 metros de largo, fuera desmontada junto con su obra que ya estaba y se colocaron bastidores blancos, nuevos, para que el creara lo que llamó la obra Acción Caos.
Trabajaba a base del rodillo y acrílico”, relata Abraham Jalil.
Menciona que fue una oportunidad también para la comunidad, pues llegaban tanto universitarios como trabajadores hasta alumnos de kínder a ver cómo trabajaba Leopoldo Flores.
El cuál recibía a los pequeños con mucho gusto a pesar de ser una persona seria, le conmovía ver cómo se interesaban por su trabajo.
Finalmente la maestra Martha señaló la importancia de que el artista mexiquense donara su obra a la entidad.
“Yo creo que en estos días que se conmemora el aniversario de que el maestro ya no está físicamente con nosotros vale la pena tener presente lo que significa la donación de su propia obra.
Con el fin de crear un gran museo y permite que la obra de Leopoldo y el propio Leopoldo sigan siendo recordados y sigan siendo un mensaje para nuestra sociedad”, sentenció.
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