Burrolandia, el único santuario del burro de América, es hogar de 87 ejemplares que fueron rescatados del maltrato y otros más que ahí se han reproducido como parte de un programa de preservación para salvar a la especie de la extinción.
Tribilín, Relámpago, Manchitas, Copo de Nieve, Rubo, Xoconostle, Sonrisas y Campeón son solo algunos de los animales que forman parte de esta familia asentada en el municipio de Otumba, al nororiente del Estado de México.
Burrolandia, el hogar varios burros en Otumba
Germán Flores, fundador y director de este espacio, compartió sobre la intensa labor que se hace para cuidar, alimentar y rehabilitar a los burros que son arropados en este espacio.
En el año 2006 comenzó a operar el santuario con solo ocho ejemplares, luego de una baja radical de animales participantes en la tradicional Feria del Burro que se celebra en esta localidad desde 1965.
A 17 años de iniciar el proyecto, Burrolandia está a punto de cumplir la meta de llegar a 100 ejemplares; actualmente hay 87 animalitos y siete más están a punto de nacer.
Aún con los logros de preservación en Burrolandia, para German Flores, como sociedad hace falta mucho por hacer por el burro mexicano y otras especies animales.
“Nos falta mucho como sociedad, como país, el poder entender que como seres vivos, todas las especies merecen un respeto y que tenemos que aportar lo mejor de nosotros para que las próximas generaciones sigan contando con lo que hoy tenemos”, explicó.
En Burrolandia se ha conjuntado un mundo de fantasía y realidad.
Por una parte existe la recreación en cartón de diferentes “burropersonajes” representativos de la cultura y la vida cotidiana de nuestro país y de la región.
Es así que quienes dan la bienvenida a los visitantes son “El burro Santo”, “El Burro Lechero”, el del “Huachicol”, o el “Burrochapulín”, por ejemplo.
Y en la realidad está el área de rehabilitación y la zona donde habita toda la manada.
Rubo es el ejemplar más longevo
Con casi 40 años de edad fue trasladado desde Real de Catorce, donde brindaba servicio turístico y fue jubilado.
El más pequeño es Manchitas, con apenas tres semanas de nacido está conquistando los corazones de quienes lo admiran.
Pero hay otros que fueros rescatados de las labores de recolección de basura, como Goyo, que proviene de San Gregorio en Xochimilco.
A Sonrisas, un perro le arrancó parte de su labio superior, dejándolo con la dentadura para mostrar por siempre.
Otro caso es el de Campeón.
Él participó en las carreras de la Feria del Burro del año pasado, pero por no ganar sus dueños lo abandonaron.
Pero no solo burritos habitan el santuario; también 22 perros, ocho caballos rescatados, dos pavoreales y cinco cerdos vietnamitas.
Todos sobreviven de las donaciones y la visita de unas mil personas cada mes.
Este fin de semana, a partir del 28 de abril al 1 de Mayo, en Otumba se llevará a cabo la 58 edición de la Feria Internacional del Burro, donde habrá desfiles, competencias y concursos de burros disfrazados.
SPM