Cohetes y música de banda acompañaron la cabalgata mexiquense en Teotihuacán organizada por los campesinos y charros para conmemorar el 104 aniversario de la muerte del revolucionario Emiliano Zapata.
Los participantes de diferentes puntos de la región se congregaron en el pueblo de San Lorenzo Tepatitlán y comenzaron un recorrido por todas las comunidades de esta localidad.
Montados a caballo, algunos acompañados de la familia, emprendieron su marcha hacia los pueblos de Santa María Coatlán, San Sebastián, San Francisco Mazapa y por la cabecera para reiterar su amor por el campo.
Cabalgata mexiquense en Teotihuacán
“!Zapata vive!, somos los que heredamos el amor a la tierra y a todo lo que nos da para vivir”, señaló José Luis, uno de los caballerangos.
En el aniversario luctuoso del también llamado “Caudillo del Sur”, los mexicanos recuerdan su lucha por redimir a los campesinos, devolverles sus tierras y su libertad.
Emiliano Zapata nació en Anenecuilco, en el estado de Morelos el día 8 de agosto de 1879 y asesinado el 10 de abril de 1919.
La historia lo recuerda como un campesino que sufrió y notó el cansancio endémico de la mayor parte de la población que vivía en la pobreza.
Fue uno de los símbolos más importantes de la resistencia campesina en México, estuvo al mando del Ejército Libertador del Sur, refieren distintas bibliografías.
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Conmemoran a Emiliano Zapata
Sus principales ideales giraron alrededor de la justicia social, libertad, igualdad, democracia social, respeto a las comunidades indígenas, campesinas y obreras.
“A los 30 años, se hizo un dirigente agrario de Morelos, donde empezó a analizar documentos que acreditaban los derechos de propiedad de los pueblos sobre sus tierras, los cuales habían sido negados por las Leyes de Reforma y participó en reuniones celebradas en Villa de Ayala, que después se convertirían en el Plan de Ayala, que suponía una reforma agraria radical”.
El 10 de abril de 1919 Zapata fue engañado por Jesús Guajardo, haciéndolo creer que estaba descontento con Carranza y que quería unirse a él, ofreciéndole armamento y municiones para continuar con su lucha.
Ese mismo día en la Hacienda de Chinameca, Morelos, al cruzar el dintel, tiradores escondidos en las azoteas, abrieron fuego contra Zapata y su escolta de cien hombres, causándole la muerte.
TAR