Largas filas de espera y autobuses llenos, es como este lunes inició la actividad de miles de mexiquenses que requieren del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, para trasladarse a sus centros de trabajo en la Ciudad de México.
Las imágenes fueron similares afuera de la estación del Metro Pantitlán, de la Línea 1, al oriente del Estado de Mexico; en el paradero Cuatro Caminos de la Línea 2, en los límites con Naucalpan; y en la estación de Indios Verdes, de la Línea 3, también en la zona metropolitana.
Usuarios en redes sociales compartieron desde muy temprano que, ante el cierre de dichas estaciones, luego del incendio en el Centro de Control del transporte que usan cotidianamente, hoy debieron esperar en algunos casos hasta 40 minutos o una hora, para abordar algunas de las unidades del servicio emergente que fueron dispuestos.
Y es que en el pico más alto de la pandemia por COVID-19, alrededor de 1.3 millones de usuarios del Metro, principalmente provenientes del Estado de México y otros de estados como Hidalgo, Querétaro o Puebla, se enfrentan desde el fin de semana a la suspensión de seis líneas, lo cual no había ocurrido ni en los temblores de 1985 o del 2017.
“Desgraciadamente se están exponiendo al contagio de COVID, mal momento para una falla en el metro”, escribió otro internauta, identificado como Carlos Silva.
En esta ocasión no hubo forma de respetar la sana distancia, ni la separación de hombres y mujeres; al contrario, lo importante era abordar para no llegar aún más tarde a su destino, ante las largas filas.
“En la actual situación de fallas en el metro, obviamente es imposible la sana distancia en los camiones de emergencia”, expresó una usuaria de redes sociales.
Otros tomaron el hecho con más humor y compartieron la escena de su abordaje a uno de los camiones del metro Pantitlán a metro Politécnico.
“La sana distancia, el vagón exclusivo de mujeres y el recreo de los del último vagón, han sido víctimas de una transgreción !!!!!”, escribió el usuario Ruidolfo Doce.
ASME
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